El reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revela una alarmante cifra global: el 41.3% de los jóvenes en el mundo se encuentran en la situación de “ninis”, es decir, ni trabajan ni estudian ni reciben formación. Esta estadística destaca una preocupante brecha en la integración de los jóvenes en el mercado laboral y el sistema educativo, lo que refleja un aumento en la desigualdad económica y social.
El informe subraya que las jóvenes mujeres están particularmente afectadas, con un 28.2% de ellas en la categoría de “ninis”, en comparación con el 13.1% de los jóvenes hombres. Esta diferencia de género pone de manifiesto una presión desigual sobre las mujeres en el contexto laboral y educativo. La disparidad es un reflejo de problemas estructurales en la forma en que se distribuyen las oportunidades y el apoyo a distintos grupos demográficos.
Los avances tecnológicos, como la automatización y la inteligencia artificial, están desempeñando un papel crucial en esta tendencia. Mientras que estas innovaciones han aumentado la productividad y la producción, también han reducido la proporción de ingresos laborales en la economía global. Esta dinámica tecnológica ha generado una brecha creciente entre los beneficios obtenidos por los avances tecnológicos y su distribución equitativa entre la población.
El informe de la OIT señala que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) avanzan lentamente a medida que se aproxima la fecha límite de 2030. La falta de progreso en áreas clave como el empleo juvenil y la educación refleja la necesidad urgente de políticas integrales que aborden estos desafíos. Sin estas políticas, el riesgo de que la desigualdad se profundice y los ODS no se cumplan se incrementa significativamente.
Para mitigar estos problemas, es esencial implementar estrategias que aseguren un reparto justo de los beneficios del progreso tecnológico. La creación de políticas que promuevan la inclusión laboral, la educación y la formación continua puede ayudar a integrar a los jóvenes en el mercado laboral y reducir la brecha de desigualdad. Sin acciones decididas, el panorama global podría enfrentar una mayor desigualdad y un estancamiento en el avance hacia los ODS.