AGRO-INNOVA es ejecutado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), con financiamiento de la Unión Europea (UE). La colaboración se extiende a 21 socios nacionales, tanto públicos como privados, en seis países de Centroamérica: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Este enfoque colaborativo ha sido clave para el éxito del proyecto.
En El Salvador, José Cruz Pineda, Coordinador de Agencia de CENTA en Metapán, ha sido fundamental en la implementación de AGRO-INNOVA en varias localidades, incluyendo Metapán, Candelaria de la Frontera, Texistepeque y Chalchuapa. Su labor ha permitido que el proyecto llegue a más agricultores, beneficiando a un amplio número de familias que dependen de la agricultura para su sustento.
Uno de los impactos más significativos del proyecto ha sido la diversificación de cultivos. Antes de AGRO-INNOVA, muchos productores se centraban únicamente en el maíz, lo que limitaba sus ingresos y expone a riesgos asociados con el cambio climático. Ahora, gracias a los conocimientos adquiridos, los agricultores han comenzado a cultivar hortalizas y frutas como piña y limón, además de incursionar en la acuicultura con el cultivo de tilapias.
Uno de los logros más destacados de AGRO-INNOVA es el aumento promedio del 60% en las ganancias de los productores. Este incremento se ha logrado gracias a la diversificación de cultivos y la adopción de nuevas prácticas agrícolas que optimizan el uso de recursos y mejoran la producción. Los agricultores no solo han ampliado su oferta de productos, sino que también han encontrado nuevos mercados, lo que les ha permitido aumentar sus ingresos y mejorar su calidad de vida. Este impacto económico no solo beneficia a las familias, sino que también contribuye al desarrollo sostenible de las comunidades en el Corredor Seco.
El proyecto AGRO-INNOVA tiene como objetivo principal fortalecer las capacidades y la gestión del conocimiento de 3,000 pequeños productores y 12 organizaciones en el Corredor Seco Centroamericano. Este esfuerzo es vital para mejorar la resiliencia de comunidades que enfrentan retos significativos en términos de seguridad alimentaria y sostenibilidad agrícola.
El proyecto también se enfoca en la promoción y difusión de tecnologías y buenas prácticas en Sistemas Agroforestales Multiestrato. Estas innovaciones son esenciales para el manejo agroforestal, la conservación de suelos y la gestión integrada de recursos hídricos, lo que contribuye a la sostenibilidad ambiental y a la mejora de la producción agrícola.
La implementación de AGRO-INNOVA se realiza de la mano con productores y técnicos, asegurando que el conocimiento se transfiera de manera efectiva. Esta estrategia fomenta la adopción de prácticas innovadoras que no solo benefician a los agricultores, sino que también fortalecen la capacidad de las comunidades para enfrentar los desafíos del futuro.