El crecimiento económico del país ha mostrado un notable dinamismo, alcanzando un 3.5% el año pasado, según datos del Ministerio de Economía. Esta cifra se enmarca dentro de las proyecciones del Gobierno, que trabaja para lograr un cuarto año consecutivo de expansión económica superior al promedio de los últimos 30 años. Las inversiones, tanto locales como provenientes de la diáspora, juegan un papel crucial en esta tendencia positiva.
Sectores estratégicos como el aeronáutico, la aviación y la construcción han sido impulsados significativamente por la inversión de la diáspora, un grupo que, según la ministra de Economía, María Luisa Hayem, ha apostado por el desarrollo del país en estos campos. La diversificación económica, reforzada por estas inversiones, ha sido clave para mantener una senda de crecimiento sostenido.
El turismo también ha sido un pilar fundamental en esta expansión, con el país posicionándose como uno de los destinos emergentes con mayor crecimiento en la región. La combinación de un ambiente atractivo para la inversión y el fortalecimiento de la infraestructura ha permitido que más turistas elijan al país como su destino. Esto ha generado ingresos considerables, fortaleciendo aún más la economía.
En el contexto global, la economía ha enfrentado desafíos externos, pero la respuesta del Gobierno ha sido establecer bases sólidas para un crecimiento inclusivo y sostenible. Según Hayem, se ha trabajado arduamente para que el país no solo mantenga su independencia, sino que también alcance grandes logros en la escena internacional.
«Uno de los objetivos principales de la participación del Presidente Nayib Bukele en la Asamblea General de las Naciones Unidas fue demostrar que un país pequeño puede ser independiente y lograr grandes objetivos», afirmó María Luisa Hayem, destacando la importancia de la misión oficial en Nueva York. Esta estrategia ha reforzado la confianza en el potencial económico del país, marcando un camino hacia el crecimiento sostenido.