En agosto de 2024, según un reporte de la Fundación Ciudadana por un Consumo Responsable, El Salvador destacó con una deflación del -0.39%, posicionándose como uno de los países con una de las tasas más bajas de la región. Este indicador refleja una disminución en los precios, lo que sugiere un control económico efectivo en comparación con la mayoría de los países latinoamericanos y caribeños. Otros países que registraron una deflación incluyen Nicaragua, con una disminución aún más marcada de -0.48%, y Brasil con un ligero descenso de -0.02%.
Por otro lado, un tercio de las naciones en América Latina y el Caribe registraron una inflación mensual de cero o negativa durante este mes. Entre estos se encuentran México, con una inflación casi nula de 0.01%, y Colombia, que logró mantener su tasa en 0%. Estos resultados muestran que varios países de la región están logrando estabilizar sus economías en medio de un panorama internacional complejo.
Sin embargo, no todos han conseguido contener la presión inflacionaria. Argentina, una vez más, encabeza el listado con una preocupante inflación del 4.2%, el mayor incremento de precios en la región. Jamaica le sigue a una distancia considerable con un 2.4%, y Bolivia reportó un 1.58%, demostrando que la lucha contra la inflación sigue siendo un desafío en varios países.
Este informe resalta las marcadas diferencias en la gestión económica de los distintos países de América Latina y el Caribe. Mientras algunas naciones celebran sus éxitos en la reducción de precios, otras siguen enfrentándose a dificultades significativas para frenar el aumento de la inflación, con Argentina como el caso más alarmante.