El Gobierno salvadoreño ha lanzado un ambicioso programa para garantizar el desplazamiento seguro de la población en las calles y carreteras del país. Esta iniciativa, que comenzará a implementarse próximamente, busca no solo reforzar la seguridad vial, sino también fomentar una cultura de prevención y responsabilidad al volante entre los ciudadanos.
El programa incluye un sistema de vigilancia tecnológica que permitirá identificar y sancionar automáticamente a quienes infrinjan las normas de tránsito, como el exceso de velocidad y el cruce de semáforos en rojo. «El objetivo es reducir el riesgo de siniestros viales y disminuir los índices de colisiones, fallecidos y lesionados. No estamos queriendo imponer sanciones», afirmó el viceministro de Transporte, Nelson Reyes.
La distracción al volante se ha identificado como una de las principales causas de accidentes fatales, lo que hace urgente la creación de una nueva cultura de prevención entre los conductores. El primer tramo del programa se implementará en el bulevar Monseñor Romero, donde ya se ha trabajado en la señalización horizontal y vertical, estableciendo una velocidad máxima de 90 kilómetros por hora.
Para facilitar la transición, las salidas de la vía han sido señalizadas con límites de velocidad decrecientes, permitiendo a los vehículos reducir la velocidad de forma segura. «Estamos diseñando la señalización para que sea intuitiva. El tema de las fotomultas representa un cambio de paradigma importante en la fiscalización», destacó Reyes.
Además de servir como un mecanismo disuasivo, este tipo de iniciativas busca proteger la vida de conductores y peatones, al mismo tiempo que se consolida una cultura de seguridad y responsabilidad vial en todo el país. La educación y la información serán fundamentales para el éxito de este proyecto, ya que se ha estado comunicando a la población sobre su implementación gradual.
Con estas acciones, el Gobierno no solo aspira a reducir los accidentes viales, sino también a crear un entorno más seguro y responsable en las vías del país, un compromiso que promete cambiar la forma en que los salvadoreños perciben y practican la seguridad vial.