El Ministerio de Vivienda entregó este viernes escrituras de propiedad a 27 familias de la comunidad La Esperanza, en Apaneca, Ahuachapán, las cuales han recuperado US$270,000 en su patrimonio. Las familias, que llevaban más de 50 años viviendo en terrenos desafeccionados de una antigua calle, ahora cuentan con seguridad jurídica sobre sus hogares.
La transferencia de los inmuebles fue posible gracias al trabajo técnico, social y legal de la institución, con una inversión social de US$12,150. La ministra de Vivienda, Michelle Sol, subrayó el impacto positivo de este logro para las familias beneficiadas. “Hoy tienen el respaldo de sus terrenos. Estas escrituras les permiten heredar a sus hijos, acceder a préstamos y mejorar sus viviendas. Con este paso, les cambia el panorama”, afirmó la funcionaria, destacando que el 67% de los beneficiarios son mujeres, reflejando un compromiso con la equidad social.
Para Rosa Idalia Magandi, madre soltera y una de las beneficiarias, recibir la escritura significa un futuro más seguro para su familia. “Puedo vivir en paz porque mi hija ya tiene donde vivir. Esto es el fruto de nuestra lucha y agradezco a quienes hicieron esto posible”, expresó emocionada. Este testimonio resalta el impacto personal y comunitario de estas acciones.
El proceso de entrega incluyó diagnósticos de campo, inspecciones técnicas, análisis catastrales y jurídicos, mediciones de lotes y la inscripción formal en el Centro Nacional de Registros (CNR). Estas medidas aseguran que las propiedades están correctamente legalizadas, ofreciendo tranquilidad y oportunidades de desarrollo a las familias.
Desde junio de 2019, el Gobierno salvadoreño ha otorgado más de 45,000 escrituras de propiedad, beneficiando a cerca de 110,000 familias. Estas acciones forman parte de un plan más amplio que ha destinado más de $1,200 millones en proyectos de vivienda, incluidas construcciones, mejoras, reasentamientos y créditos.
El compromiso con la seguridad habitacional sigue siendo una prioridad, como lo demuestra el trabajo en Apaneca. La entrega de estas escrituras no solo garantiza un techo seguro, sino que también refuerza el patrimonio y la estabilidad de familias vulnerables en El Salvador.