Internet se ha convertido en una pieza clave para el buen funcionamiento de las empresas y negocios. La actividad de todas ellas, tanto grandes como pequeñas y medianas, gira en torno a Internet. Por eso, cualquier contratiempo en la conexión que no se supere con la rapidez necesaria, puede traer graves consecuencias, como la pérdida de reputación o de clientes. TP-Link presenta los 5 problemas de conectividad más comunes en empresas y cómo solucionarlos.
Red lenta
Uno de los problemas de los que más trabajadores y empresarios se quejan con frecuencia es la velocidad a la que pueden conectarse. Las redes empresariales tienen que soportar y dar servicio a multitud de equipos conectados simultáneamente. Este consumo de ancho de banda causa latencias e interrupciones, que afectan al rendimiento óptimo de la red y desespera tanto a trabajadores como al conjunto de la empresa.
La velocidad de la red puede verse mermada por muchos motivos. Uno de ellos, lo sufrimos con más frecuencia a raíz de la pandemia: las videollamadas. En concreto, los videos consumen y sobrecargan mucha capacidad de la red empresarial. Otro de los motivos reside en que aquellas redes que forman parte de una red organizativa mayor, provocan más tráfico a través del punto de conexión a Internet, lo que ralentiza las respuestas a las aplicaciones residentes en la nube.
Señal de Wi-Fi débil
La transmisión inalámbrica no es siempre constante. La intensidad a la que viajan los datos puede ser adecuada en unas partes de la oficina, pero débil o inexistente en otras, especialmente si hay de por medio obstáculos e interferencias.
Seguridad limitada
Uno de los principales retos de conectividad que las empresas tienen que afrontar es encontrar el punto de equilibrio entre la flexibilidad y la seguridad. Cuanta mayor flexibilidad en la red, más complicado será garantizar la seguridad de esta.
Mala gestión y mantenimiento del Wi-Fi
La falta de conocimiento sobre el funcionamiento y la configuración de la red deriva en un uso ineficaz de la misma. Además, se tiende a recurrir a técnicos IT, lo que no hace sino incrementar el coste por la implementación y el mantenimiento de la red, algo que puede ser un quebradero de cabeza para, sobre todo, los pequeños negocios.
Usuarios que no saben dónde está el problema
Ligado al anterior problema, en numerosas ocasiones la red experimenta fallos a los que no sabemos darle una causa o razón. Así, tendemos a contactar con proveedores de servicios de internet para que resuelvan a la mayor brevedad posible cualquier incidencia, lo que incurre en demoras que absorben tiempo y dinero, factores esenciales para los negocios.