El Bitcoin, la criptomoneda más importante del mercado, alcanzó un nuevo máximo histórico al superar los US$100 mil por unidad, continuando con un avance del 6.9% en su cotización diaria y un aumento del 138% en lo que va del año. Este histórico logro ha generado un optimismo renovado en el mercado de criptoactivos y destaca el impacto positivo en países que han adoptado el Bitcoin como parte de sus políticas económicas.
En El Salvador, el presidente Nayib Bukele celebró el incremento en el valor de las reservas de Bitcoin del país, que ahora han aumentado un 127.30% desde su compra inicial. Esto equivale a una ganancia de más de US$344 millones, según las declaraciones del mandatario. Bukele atribuye estos resultados al éxito de su estrategia para integrar el Bitcoin en la economía salvadoreña, a pesar de las críticas iniciales.
«Gracias a Dios, las reservas de Bitcoin de nuestro país ahora valen un 127.30% más de lo que pagamos por ellas, lo que significa un incremento de más de 344 millones de dólares. Esto demuestra, una vez más, que la oposición mintió al infundir miedo en la población sobre el Bitcoin», señaló Bukele en redes sociales. El mandatario enfatizó que esta ganancia refuerza la confianza en su visión de convertir al país en un centro global para los activos digitales.
El repunte del Bitcoin también ha sido impulsado por la expectativa de apoyo a la industria de criptomonedas por parte de la administración del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. La posibilidad de regulaciones más favorables y un entorno económico estable para los activos digitales han avivado el interés de los inversionistas en el mercado.
Este nuevo hito del Bitcoin reafirma su posición como un activo financiero innovador, aunque no exento de riesgos. En el caso de El Salvador, el aumento en el valor de sus reservas refuerza la apuesta del país por la tecnología blockchain y subraya el impacto potencial de las criptomonedas en la economía global. Sin embargo, los analistas advierten que la volatilidad del mercado sigue siendo un factor clave que los gobiernos y los inversionistas deben considerar.