El Salvador ha logrado destacarse como uno de los países con la tasa de inflación alimentaria más baja del mundo, según datos del Banco Central de Reserva (BCR). En noviembre de 2024, la inflación anual se situó en -0.3%, marcando una disminución de 2.04 puntos porcentuales en comparación con el mismo mes del año anterior. Este resultado refleja el impacto positivo de las medidas implementadas por el Gobierno, enfocadas en fortalecer los agro-mercados, abrir la Central de Abastos y combatir la especulación de precios y el acaparamiento de productos.
La tendencia a la baja se evidenció por segundo mes consecutivo, con una inflación mensual de -0.1%, 0.2 puntos porcentuales menos que en noviembre de 2023. Estas cifras colocan a El Salvador como un ejemplo global de éxito en la contención de la inflación alimentaria, beneficiando directamente a los hogares salvadoreños al facilitar el acceso a productos básicos a precios más accesibles.
El comportamiento positivo en la inflación de alimentos y bebidas no alcohólicas ha sido clave para estos resultados. Durante noviembre, los precios de diversas hortalizas y frutas presentaron una notable contracción, lo que contribuyó a una inflación alimentaria interanual 5.4 puntos porcentuales más baja en comparación con el mismo mes de 2023. Este descenso constituye la tasa más baja desde junio de 2021.
El impacto de las políticas económicas impulsadas por el Gobierno, bajo la dirección del Presidente Bukele, ha sido determinante. Estas acciones han permitido mercados mejor abastecidos y precios más bajos, fortaleciendo la economía familiar y mejorando el acceso a los productos de la canasta básica.
En términos históricos, El Salvador ha registrado en noviembre de 2024 la tasa de inflación interanual más baja de los últimos tres años, ubicándose 2.4 puntos porcentuales por debajo del nivel observado un año atrás. Este desempeño resalta el éxito de las estrategias gubernamentales para estabilizar los precios y fomentar la competitividad del mercado interno.
El Salvador se consolida como un referente en la región y a nivel mundial, logrando reducir significativamente la inflación general y alimentaria en comparación con otros países. Estas cifras no solo reflejan un manejo efectivo de las políticas públicas, sino también un compromiso claro con el bienestar de los ciudadanos.