El 85% del nuevo Centro de Monitoreo al Transporte y Emergencias en San Salvador está terminado, según informó el ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez. Este innovador proyecto, que busca mejorar la seguridad vial en El Salvador, contará con tecnologías avanzadas como fotomultas y semáforos inteligentes, y se espera que transforme la forma en que se gestionan el tráfico y las emergencias en las carreteras del país.
Ubicado en la alameda Manuel Enrique Araujo, el edificio tendrá cuatro niveles con funciones específicas. El primer nivel incluirá áreas administrativas y de recepción, mientras que los otros niveles estarán dedicados a equipos de monitoreo del transporte público, gestión de tráfico y vigilancia vial. Rodríguez destacó que el gobierno de Corea ha donado cerca de US$6 millones para la adquisición de tecnología de punta, lo que representa una inversión inicial en este ambicioso proyecto.
Entre las funciones del Centro estará la fiscalización del tráfico mediante cámaras instaladas estratégicamente en las carreteras, que también forman parte del sistema de fotomultas. Según Rodríguez, estas herramientas permitirán sancionar a quienes incumplan la normativa, como ya ocurrió con 37 conductores multados recientemente por exceso de velocidad y otras infracciones.
El viceministro de Transporte, Nelson Reyes, subrayó que la distracción al conducir y el exceso de velocidad fueron las principales causas de accidentes fatales en 2024, representando el 40% y el 25% de las muertes, respectivamente. Con el funcionamiento del Centro, se busca no solo reforzar la seguridad vial, sino también cambiar la cultura de los conductores salvadoreños para promover hábitos más responsables.
Además, Reyes enfatizó que el edificio albergará a personal técnico y equipos que gestionarán sistemas tecnológicos como semáforos inteligentes y atención de emergencias en tiempo real. Estos avances serán esenciales para optimizar el flujo vehicular y reducir los riesgos en la red vial del país.
Se espera que este Centro de Monitoreo marque un antes y un después en la seguridad vial de El Salvador. Su puesta en marcha permitirá responder más rápidamente a emergencias, mejorar la movilidad y, sobre todo, salvar vidas en las carreteras.