El sector de las micro y pequeñas empresas (MYPE) en El Salvador mostró signos de estabilidad y confianza en la inversión. Según el Observatorio MYPE de Fusai, el 76% de los negocios de este segmento mantuvo o incrementó su inversión a lo largo del año, reflejando un panorama de resiliencia y sostenibilidad en el sector.
Las mujeres empresarias han demostrado una determinación notable. De cada diez, siete decidieron mantener o aumentar su inversión, con un 49.15% que optó por conservar su nivel y un 24.17% que lo incrementó. Estas cifras prácticamente igualan las de los hombres, quienes registraron un 49.37% de estabilidad y un 27.25% de crecimiento en sus inversiones.

Pese a este optimismo financiero, la competencia en el mercado se ha convertido en un desafío latente. La mitad de las empresarias salvadoreñas identificó el aumento de competidores en su zona como su principal obstáculo, poniendo a prueba su capacidad de diferenciación y adaptación.

Claudia Dueñas, gerente de la Escuela LID, enfatiza la importancia de una estrategia sólida: “Sin estrategias de diferenciación y optimización de modelos de negocio, la competitividad se erosiona y el crecimiento se vuelve más difícil”. Este reto obliga a las empresarias a innovar y fortalecer su presencia en el mercado.

En este sentido, mientras la inversión se mantiene firme en el sector MYPE, la clave para el futuro será la capacidad de las empresarias de enfrentar la creciente competencia con modelos de negocio sólidos y diferenciadores, garantizando así su estabilidad y expansión en el mediano y largo plazo.