El precio del petróleo registró un repunte inmediato superior al 5 % tras el ataque aéreo de Israel contra Irán, en un contexto de creciente tensión en Medio Oriente. A pesar del impacto inicial en los mercados energéticos, JPMorgan considera que los efectos serán temporales y prevé que el crudo Brent se mantendrá entre los US$60 y US$65 hasta 2026.

Actualmente, los futuros del Brent cotizan justo por debajo de los US$75, impulsados por el temor de una interrupción en el suministro global. Sin embargo, la firma financiera advierte que el verdadero riesgo radica en un posible bloqueo del estrecho de Ormuz, lo que podría empujar el precio hasta los US$130 por barril, desatando presiones inflacionarias a nivel mundial.
El análisis de JPMorgan indica que, si bien el conflicto entre Israel e Irán ha generado una respuesta inmediata en los mercados, no se espera un impacto prolongado en el segundo semestre de 2025, a menos que la situación geopolítica escale de manera crítica. De momento, la estabilidad proyectada se mantiene.

El informe también destaca la vulnerabilidad de economías altamente dependientes del crudo, como Estados Unidos, China y Arabia Saudita, que verían afectadas sus estrategias fiscales si el precio superara los $100 por barril durante un período prolongado. La volatilidad actual refuerza la necesidad de diversificar fuentes de energía y fortalecer reservas.