El Gobierno de El Salvador, en coordinación con el Gobierno de Guatemala, lanzó oficialmente la Integración Profunda de Operaciones Aduaneras y Migratorias, con la inauguración del nuevo sistema integrado en el puesto fronterizo terrestre Anguiatú – La Ermita. Esta iniciativa busca fortalecer el clima de negocios en la región, facilitar el comercio transfronterizo y generar condiciones favorables para la inversión.

La ceremonia de inauguración contó con la participación de autoridades de alto nivel de ambos países, incluyendo a las ministras de Economía de El Salvador y Guatemala, María Luisa Hayem y Gabriela García, así como representantes de la SIECA, los ministerios de Hacienda, y las autoridades aduaneras de ambas naciones. Esta integración responde al compromiso conjunto de avanzar hacia una región más competitiva y conectada.

Durante el acto, la ministra Hayem destacó que esta operación integrada representa un hito que beneficiará a exportadores, importadores, empresas de logística y consumidores, al permitir un flujo más ágil de mercancías y una significativa reducción de los costos y tiempos en las operaciones comerciales. “Esto se traduce en más oportunidades para el desarrollo económico”, añadió.
Por su parte, la ministra guatemalteca Gabriela García calificó la iniciativa como una “piedra angular” que acelera el libre tránsito de personas y mercancías. Subrayó además que esta integración no solo tiene un impacto económico positivo, sino que también fortalece los lazos de amistad y cooperación entre ambos países, reflejando una voluntad común de avanzar hacia una integración regional más sólida.


La implementación de estas operaciones integradas busca eliminar redundancias, simplificar trámites y reducir los costos logísticos para los empresarios y transportistas. El nuevo modelo optimiza los controles aduaneros y migratorios, incrementando la eficiencia en los cruces fronterizos y dinamizando el comercio bilateral.

Este esfuerzo conjunto forma parte de una visión más amplia del Gobierno salvadoreño para modernizar sus aduanas, facilitar el comercio exterior y consolidar a Centroamérica como un destino atractivo para la inversión. El proyecto también representa un paso firme hacia una mayor integración regional, esencial para promover un desarrollo sostenible e inclusivo.