Tras finalizar la veda de camarón marino en El Salvador, que estuvo vigente del 2 de mayo al 15 de junio, los comerciantes han comenzado a abastecerse nuevamente del producto. Sin embargo, aseguran que el proceso ha sido gradual y que todavía enfrentan dificultades por las condiciones climáticas adversas.

Durante la veda, los precios del camarón experimentaron un aumento notable debido a la escasez. Actualmente, ya se observa cierta estabilización en el mercado: la libra de cola de camarón se comercializa a US$2.50, el camarón mediano a US$5.00 y el camarón jumbo a US$9.00, según reportan los vendedores. No obstante, advierten que el volumen de producto aún no se ha normalizado.
Uno de los factores que está limitando el abastecimiento es el alto oleaje provocado por las lluvias, lo cual ha impedido que muchos pescadores salgan al mar. Como alternativa, algunos comerciantes están recurriendo al camarón de vivero, aunque reconocen que su tamaño es menor al capturado en mar abierto y su disponibilidad también es limitada.

Los vendedores temen que, si las condiciones climáticas actuales persisten, se puedan generar nuevos aumentos en los precios, lo cual afectaría tanto a sus negocios como al bolsillo de los consumidores. El camarón y otros mariscos forman parte importante de la dieta salvadoreña, por lo que una baja en la oferta tendría un impacto directo en la economía familiar.
Ante esta situación, comerciantes hacen un llamado a las autoridades para monitorear el impacto del clima sobre la pesca y apoyar con alternativas que mantengan estable el suministro de productos del mar. La recuperación post-veda avanza, pero la naturaleza impone nuevos retos al sector.
