Carlos Umaña, originario de Apasteque, San Vicente, es uno de los miles de salvadoreños que ha transformado su vida gracias al Programa de Movilidad Laboral, una iniciativa impulsada por la Cancillería de El Salvador en coordinación con el Gobierno de Estados Unidos. Tras trabajar en el extranjero a través del programa, Umaña logró establecer su propia granja avícola, contribuyendo al desarrollo económico de su comunidad.

“Iniciamos con pollos de engorde y luego pasamos al sector de gallinas de postura. Hoy tenemos 1,600 gallinas para la producción de huevos”, explicó Umaña, quien recoge entre 1,600 y 1,800 huevos diarios, dependiendo del desarrollo y el cuidado de las aves. Esta producción no solo fortalece su emprendimiento, sino que también impacta de manera positiva en la economía local.
Para Umaña, el programa ha sido una plataforma transformadora. “Ha sido algo muy gratificante porque genera oportunidades de desarrollo”, expresó. Su experiencia refleja el objetivo central del programa: permitir a los participantes obtener ingresos, conocimientos y habilidades en el extranjero para luego invertir en El Salvador.

Carlos también enfatizó la importancia de cambiar la visión del “sueño americano” por un “sueño salvadoreño”, destacando el potencial del país para generar empleo y bienestar. “Podemos ser muy inteligentes y utilizar esas oportunidades laborales para retornar, compartir nuestra experiencia y motivar a otros salvadoreños”, señaló.
Actualmente, Umaña proyecta seguir creciendo: “Quiero ampliar mi negocio con dos galeras más y así generar más empleos en mi comunidad”. Además, agradeció al Gobierno por brindarle la oportunidad de soñar en grande y hacer realidad su proyecto productivo.


El Programa de Movilidad Laboral ya ha gestionado más de 17,500 empleos temporales en Estados Unidos, y busca no solo brindar oportunidades laborales en el extranjero, sino también sentar las bases para el emprendimiento local y la transformación comunitaria en El Salvador.