En 2024, el turismo sigue siendo un pilar fundamental de la economía global, con un impacto significativo en la generación de ingresos y empleo. Según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), el sector contribuye aproximadamente con un 10% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. Esto equivale a unos US$9.2 billones, lo que demuestra su importancia en la economía global. El crecimiento constante del turismo internacional ha impulsado este impacto económico, con una recuperación notable post-pandemia.
El impacto del turismo se extiende más allá de los ingresos directos, influyendo en múltiples sectores económicos. En 2024, se estima que el turismo ha generado alrededor de 350 millones de empleos a nivel mundial, lo que representa un 10% del empleo total. Estos empleos abarcan desde la hostelería y la restauración hasta el transporte y la guía turística, evidenciando cómo el turismo actúa como un motor de empleo en diversas áreas.
Además de los ingresos y el empleo, el turismo también impulsa el desarrollo de infraestructuras y servicios. La inversión en infraestructura turística, como aeropuertos, hoteles y carreteras, ha alcanzado los US$1.5 billones en 2024. Estas inversiones no solo mejoran la experiencia del visitante, sino que también benefician a las comunidades locales al fomentar el desarrollo económico regional y mejorar la calidad de vida.
El turismo también tiene un impacto notable en la balanza comercial de muchos países. En 2024, los ingresos por turismo internacional se estiman en unos US$1.8 billones, lo que representa una parte significativa de las exportaciones de servicios de muchos países. Este flujo de divisas contribuye positivamente a la estabilidad económica de los destinos turísticos y puede ayudar a equilibrar las cuentas nacionales en países con economías dependientes del turismo.
Sin embargo, el turismo también enfrenta desafíos, como la sostenibilidad y el impacto ambiental. Aunque el sector ha mostrado una recuperación robusta, los destinos turísticos deben gestionar cuidadosamente el equilibrio entre el crecimiento económico y la preservación del medio ambiente. La implementación de prácticas de turismo sostenible y la inversión en iniciativas ecológicas son esenciales para garantizar que el turismo continúe siendo una fuerza positiva en la economía global sin comprometer los recursos naturales y el bienestar de las comunidades locales.