La Organización Internacional del Trabajo (OIT) afirma que las inversiones públicas de alta intensidad de empleo centradas en la economía del cuidado podrían ser clave para enfrentar la creciente crisis mundial de los cuidados, al tiempo que generarían millones de empleos decentes, especialmente para mujeres. Según su más reciente nota informativa, integrar el componente de cuidados en proyectos de infraestructura podría crear hasta 280 millones de empleos para 2030 y 299 millones para 2035, de los cuales casi el 80 % serían ocupados por mujeres.

El estudio enfatiza que el gasto público no debe limitarse a la construcción tradicional de infraestructura, sino extenderse a instalaciones como guarderías, centros de salud comunitarios y espacios laborales con enfoque familiar. Estas inversiones no solo fortalecen la resiliencia local y ayudan a mitigar la escasez de mano de obra, sino que también amplían la participación femenina en el mercado laboral, con efectos positivos a largo plazo en la economía.
Para lograr estos objetivos, la OIT propone tres estrategias fundamentales: brindar apoyo a trabajadores con responsabilidades de cuidado mediante políticas laborales inclusivas; desarrollar infraestructuras de cuidados con métodos que prioricen el empleo local; e incluir el sector de cuidados en los Programas de Inversiones de Alta Intensidad de Empleo (EIIP), profesionalizando roles informales y garantizando condiciones laborales justas.

Las estimaciones de la OIT revelan que, por cada dólar invertido en cerrar brechas de cuidado infantil, se podrían generar hasta 3,76 dólares en PIB mundial para 2035, además de un incremento de más de diez puntos en la tasa de empleo femenino. Los programas piloto en países como Jordania, Sudán y Madagascar ya han mostrado resultados prometedores, combinando obras públicas con la creación de servicios de cuidado que benefician a comunidades enteras.
La OIT destaca la necesidad de incorporar el Marco de las 5R (reconocimiento, reducción, redistribución, remuneración y representación) en estos proyectos para cerrar brechas de género y promover empleos decentes. La organización insta a gobiernos, bancos de desarrollo e interlocutores sociales a priorizar los servicios de cuidado en su planificación de infraestructura, aplicando enfoques inclusivos y sostenibles que transformen tanto las comunidades como los mercados laborales.
