Las remesas enviadas directamente a cuentas bancarias en El Salvador experimentaron un crecimiento significativo del 37.7%, alcanzando un total de US$1,567.6 millones, de acuerdo con el Banco Central de Reserva (BCR). Esta cifra representa el 32.4% del total de remesas recibidas, destacando la preferencia por este método de envío que ofrece seguridad y agilidad a los beneficiarios.

El informe revela que el promedio por envío a través de cuentas bancarias fue de US$427.9, el más alto registrado. Este dato subraya la importancia de este canal para el ingreso de capital al país y la gestión eficiente de los fondos por parte de las familias salvadoreñas, quienes lo utilizan para gastos corrientes y proyectos a futuro.
Un total de 1.86 millones de salvadoreños fueron beneficiarios directos de estas remesas. El crecimiento en los montos enviados es notable: las remesas menores a US$2,000 subieron un 10.3%, mientras que aquellas superiores a esta cifra registraron un impresionante incremento del 47.6%.

Este fenómeno financiero refleja un fortalecimiento del flujo de remesas, crucial para la economía salvadoreña. El incremento no solo impulsa el consumo y la inversión a nivel familiar, sino que también contribuye a la estabilidad macroeconómica del país, al ser una de las principales fuentes de divisas.
El crecimiento se vio impulsado principalmente por los envíos desde Estados Unidos, que aumentaron un 19%, reafirmando la estrecha relación económica con este país. Las remesas provenientes del resto del mundo también mostraron un crecimiento, con un 6.4%, diversificando así las fuentes de ingreso para los salvadoreños.

El impacto de este crecimiento beneficia directamente a la población, mejorando la calidad de vida de las familias, permitiéndoles cubrir necesidades básicas, invertir en educación, salud y vivienda. A nivel económico, este flujo constante de dinero ayuda a dinamizar el comercio local y a fortalecer la posición financiera de El Salvador.