El Ministerio de Trabajo de El Salvador ha anunciado el desarrollo de una propuesta preliminar para la formalización laboral en el país. Esta iniciativa, que será presentada a la Presidencia en las próximas semanas, busca abrir una “ventanilla” de oportunidades para miles de trabajadores que actualmente operan fuera del sistema formal.

El objetivo es ofrecer beneficios tangibles que motiven la transición.La propuesta no se limitará a aspectos tributarios, sino que se centrará en garantizar acceso a crédito, seguridad social y bancarización para los trabajadores y microempresarios. Se busca crear un sistema más amigable que facilite la integración económica.
Este enfoque integral está diseñado para que la formalización se traduzca en una mejora significativa en la calidad de vida.Según declaraciones de las autoridades, el número de cotizantes formales ha superado el millón, un aumento notable respecto a los 850,000 que se registraban hace unos años. Este crecimiento refleja los esfuerzos por expandir la cobertura laboral. La nueva iniciativa busca acelerar aún más esta tendencia, promoviendo un mercado de trabajo más sólido y estructurado.

El diseño de la propuesta es un esfuerzo tripartito, enmarcado en el recién instalado Consejo Superior del Trabajo (CST). Este organismo reúne al gobierno, al sector empleador y a los sindicatos, en un avance que se ha calificado de histórico por el consenso alcanzado.
La participación de las gremiales y federaciones más representativas del país le otorga una gran legitimidad al proyecto.En su primera sesión, el CST estableció una hoja de ruta con fases urgentes y de mediano plazo. Entre los temas inmediatos, se encuentran los lineamientos para la formalización de pequeños comerciantes y agricultores. Muchos de estos trabajadores dependen de esquemas de agiotismo con costos financieros extremos, por lo que la propuesta busca ofrecer alternativas más justas y accesibles.

A largo plazo, el consejo analiza el impacto de fenómenos como el bono demográfico y el envejecimiento de la población hacia 2040. Estos estudios buscan preparar al país para los desafíos futuros en materia de productividad y políticas sociolaborales. También se ha propuesto una reforma legal para ampliar el período de representación en el CST, con el respaldo de la OIT, para dar continuidad a la agenda técnica.

Esta propuesta de formalización se presenta como un pilar fundamental para el desarrollo económico del país. Al promover la transición de la informalidad a la formalidad, se busca dinamizar la economía y mejorar las condiciones de vida de la fuerza laboral. El enfoque no coercitivo, sino basado en beneficios, podría ser clave para el éxito de la iniciativa y para la inclusión de un segmento de la población que ha operado históricamente al margen del sistema.