
La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha lanzado una contundente advertencia sobre el futuro de la economía global, señalando que la fragmentación del comercio podría desencadenar una crisis de consecuencias más graves que la vivida en 2008. La alerta, revelada en una entrevista exclusiva de la directora general adjunta de la OMC, Johanna Hill, para Bloomberg Línea, subraya los riesgos de una división en bloques comerciales liderados por Estados Unidos y China.
Según la OMC, si la economía mundial se divide, el impacto sobre el PIB global podría ser significativo, afectando de manera desproporcionada a los países menos desarrollados, quienes sentirían el golpe con una posible caída de doble dígito. A pesar de que el diálogo ha evitado hasta ahora una escalada agresiva de aranceles, la «guerra comercial» ha alterado las proyecciones de crecimiento. La OMC ha ajustado a la baja su previsión de crecimiento del volumen comercial global para 2026, de un 2.5% a un 1.8%.

No obstante, la organización ve en las tensiones actuales una oportunidad para reexaminar el sistema comercial. La OMC promueve la idea de una «globalización 2.0» que integre a más personas y regiones en las cadenas de valor, destacando que el sector de la exportación de servicios ofrece una gran oportunidad para países de América Latina como Brasil, México, Costa Rica y Argentina, que ya muestran un sólido desarrollo en esta área.
En su opinión, un sistema comercial predecible y abierto ha sido clave para sacar a millones de la pobreza. Por ello, la OMC insiste en la importancia de fomentar el diálogo y la estabilidad. «No debemos menospreciar el tema de la incertidumbre que pueden causar los cambios en las políticas comerciales», concluyó la directora Hill, subrayando la necesidad de un enfoque sistémico para el desarrollo económico.