
Tras varias jornadas de avances, los principales índices bursátiles de Estados Unidos registraron leves descensos este lunes, mientras que el oro volvió a marcar un nuevo récord histórico.
El S&P 500 retrocedió 0.16 %, el Nasdaq Composite cedió 0.07 % y el Dow Jones Industrial perdió 0.36 %, en un contexto de ausencia de eventos macroeconómicos de corto plazo, lo que ha llevado a los operadores a centrar su atención en las expectativas sobre los próximos movimientos de la Reserva Federal (Fed).

La semana estará marcada únicamente por la publicación del índice de precios del gasto en consumo personal (PCE), el indicador inflacionario preferido por la Fed. Este dato será clave para anticipar posibles decisiones de política monetaria, en un escenario en el que crecen las apuestas a favor de nuevos recortes de tasas este año, en medio de señales de debilidad en el mercado laboral.
En el mercado de metales preciosos, el oro se destacó al superar los US$3,720 por onza, alcanzando un nuevo máximo histórico. El avance estuvo impulsado por la debilidad del dólar y un incremento en las entradas a fondos cotizados respaldados por lingotes.

De acuerdo con analistas, la combinación de factores como la incertidumbre económica global, las expectativas de reducción de tasas de interés y la persistente presión inflacionaria ha incrementado la demanda de este metal como activo refugio.
En este contexto de pausa en el calendario económico, los inversionistas parecen estar reevaluando las valoraciones actuales tras semanas de avances sostenidos, en gran medida impulsados por la expectativa de una política monetaria más flexible.