
El precio de la canasta básica urbana experimentó una reducción de cuatro dólares durante el mes de agosto, según reportes de la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos (ONEC). Esta baja, la primera que se reporta en los últimos cinco meses se traduce en un gasto promedio de US$250.79 por familia, lo que representa un alivio económico del 1.7% respecto a los US$255.06 que las familias pagaron en julio pasado. Esta tendencia es un indicador positivo para la economía familiar, luego de un periodo de incrementos continuos que se había extendido desde la primavera.

Fin a cinco meses de aumentos pausados
La reducción de agosto marca un quiebre en la racha alcista que la canasta básica urbana había sostenido desde marzo. La oficina de estadísticas señala que este sector comenzó un incremento paulatino entre marzo y abril pasados, cuando el precio subió de US$245.82 a US$247.27, y desde entonces no había parado de aumentar.
La reciente disminución del 1.7% es una noticia bienvenida que impacta directamente en el poder adquisitivo de los hogares urbanos.
Proyecciones de estabilidad y nuevas Bajas
El organismo de estadísticas proyecta que la tendencia a la baja podría continuar en los próximos meses. Algunos productos específicos que contribuyeron a la reciente reducción y que podrían seguir a la baja incluyen alimentos clave como la harina de trigo, el maíz, los aceites, naranjas, plátanos y guineos.
De confirmarse estas proyecciones, se consolidaría un periodo de estabilidad de precios en el sector alimentario, un factor determinante para el manejo de las finanzas familiares en la zona urbana.
