
Según datos de la revista Bloomberg, el precio del oro ha vuelto a desafiar las expectativas al superar la marca de los US$3,800 por onza, consolidando su segundo máximo histórico en menos de una semana. Este notable y explosivo ascenso, que acumula una subida de alrededor del 45% en lo que va del año, está siendo impulsado por dos fuerzas institucionales que señalan un cambio estructural en el mercado.
El informe clave que explica esta dinámica proviene de Deutsche Bank.

Análisis de Deutsche Bank: El Cambio Estructural
El analista de commodities del banco alemán, Michael Hsueh, sostiene que el repunte no se basa solo en factores cíclicos, sino en un nuevo patrón de demanda institucional inelástica, con efectos más duraderos.
Los Fondos Cotizados en Bolsa (ETF): La demanda amplificadora
La demanda de ETF de oro ha ejercido una influencia hasta 50% más fuerte sobre los precios en comparación con el periodo 2021-2024. Si bien los estudios demuestran que los flujos de ETF responden al precio (y no lo causan), su masiva acumulación en este ciclo actúa como un amplificador, ayudando a «sostener las alzas» iniciadas por un entorno económico favorable.
Los flujos de inversión se encuentran entre los tres años de mayor acumulación en la historia de estos instrumentos.

Los Bancos Centrales: El eslabón fuerte
Los bancos centrales, junto con los inversores en ETF, se han convertido en el otro pilar de la «demanda inelástica». Sus constantes compras globales están creando una base de demanda institucional sólida que permite al metal precioso cotizar consistentemente «muy por encima del modelo».
El motor fundamental: Las tasas de interés
El informe del Deutsche Bank es categórico al identificar la causa fundamental del precio: El banco afirma que «los cambios en las tasas, pero no el dólar, causan los movimientos en el precio del oro».
Esto pone al mercado de tasas de interés como el motor principal. Un sesgo expansivo de la Fed (Reserva Federal), que sugiere futuros recortes de tasas, reduce el costo de oportunidad de mantener oro, fortaleciendo la «inclinación favorable para el oro» a largo plazo.
El analista advierte, no obstante, que, si los flujos hacia los ETF se detuvieran o revirtieran, el mercado podría ser vulnerable a una corrección.