
La escasez de mano de obra calificada se ha consolidado como un freno silencioso al crecimiento de El Salvador. Aunque el país busca atraer inversiones en sectores de alto valor como tecnología y logística, las empresas se enfrentan a una cruda realidad: una brecha entre las habilidades que el mercado ofrece y las que el siglo XXI exige.
La necesidad de alta calificación no es solo un factor de empleabilidad, sino de ingresos. Según datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) de 2024, realizada por el Banco Central de Reserva (BCR) y la ONEC, el ingreso total promedio mensual de las personas con 13 años o más de estudio aprobados asciende a US$757.98, más del doble del ingreso de quienes no tienen ningún nivel educativo formal (US$252.04). Esta brecha salarial de US$505.94 subraya que la especialización digital y técnica es la clave para la movilidad económica y mejores ingresos.
Esta disparidad es progresiva y no se limita a un simple contraste entre extremos. La tabla de la EHPM de 2024 revela que cada nivel educativo formal representa un incremento significativo en la compensación. Por ejemplo, un individuo que ha completado la educación media (10-12 años de estudio) percibe un ingreso promedio de US$468.82, un avance notable respecto a los US$381.74 obtenidos por quienes solo tienen la educación básica (7-9 años).

Sin embargo, el salto significativo se produce al alcanzar la educación superior (13 años o más), con el ingreso promedio de US$757.98. Esta diferencia de casi US$289.16 respecto al nivel inmediatamente inferior demuestra que la obtención de un título profesional es el principal catalizador para la movilidad económica dentro del mercado laboral salvadoreño. Además, es importante notar que las brechas de ingreso se mantienen por sexo incluso en el nivel profesional, con las mujeres percibiendo consistentemente menos que sus contrapartes masculinas.
Para el profesional salvadoreño, ya no basta con tener un título. La clave para la empleabilidad y mejores ingresos está en la especialización digital y técnica. De igual forma, las empresas deben dejar de solo «buscar» talento y empezar a invertir en «crear»lo y «retener»lo.

Para destacar en el mercado laboral y asegurar un puesto de alto valor en la economía moderna, es fundamental cambiar el enfoque educativo:
- Prioriza la certificación sobre el postgrado genérico: el mercado laboral ya no se impresiona con másteres amplios que no especializan. Ahora se demanda habilidades técnicas validadas globalmente.
- Domina el inglés técnico y de negocios: un nivel conversacional es el punto de partida, pero no un diferenciador. Si buscas trabajar con empresas de nearshoring o de exportación, necesitas el vocabulario técnico de tu industria para negociar contratos y manejar software especializado.
- Haz de la IA tu asistente personal: no evites la Inteligencia Artificial (IA); intégrala. Aprende a usar herramientas de IA generativa para automatizar tareas repetitivas en tu área (contabilidad, marketing o RR.HH.). Esto te libera para enfocarte en el pensamiento estratégico y la solución de problemas complejos.
- Enfócate en la solución, no en la tarea: las empresas pagan bien a quien resuelve problemas. Desarrolla tu pensamiento crítico y tu capacidad para manejar la ambigüedad y el cambio. Demuestra que puedes optimizar procesos, no solo ejecutarlos.
