
El último estudio, realizado en colaboración entre la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (SECMCA) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), titulado «El Impacto Económico del Cambio Climático en Centroamérica, Panamá y la República Dominicana», advierte sobre las profundas consecuencias que el cambio climático tendrá en la economía de El Salvador hacia 2050. A pesar de la baja contribución de la región a las emisiones globales, el aumento de temperaturas y la variabilidad en las lluvias están impactando negativamente el crecimiento del PIB per cápita.

El informe destaca que el umbral óptimo de temperatura para el crecimiento económico ya fue superado en la mayoría de los países analizados, incluido El Salvador. En un escenario de altas emisiones, las pérdidas económicas podrían alcanzar entre un 28% y un 37% del PIB per cápita hacia mediados de siglo. Esto se traducirá en desafíos significativos para sectores clave como la agricultura, el transporte y la productividad laboral, afectando el desarrollo económico general del país.

La alta vulnerabilidad climática expuesta por el estudio exige que las autoridades salvadoreñas implementen con urgencia políticas públicas efectivas que mitiguen estos riesgos y promuevan la adaptación económica. Fortalecer la resiliencia de sectores vulnerables es indispensable para evitar que el cambio climático frene el progreso económico y social.
Este análisis posiciona a El Salvador frente a un llamado crítico para alinear desarrollo y sostenibilidad, garantizando un futuro económico más seguro y resistente frente a los cambios ambientales globales.
