El Salvador continúa fortaleciendo su dinamismo económico a través de la llegada y ejecución de nuevos proyectos de inversión. De acuerdo con el director ejecutivo de la Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador (OPAMSS), Luis Rodríguez, el país registra hasta la fecha US$4,210.5 millones liberados en proyectos, distribuidos en sectores estratégicos que buscan consolidar el crecimiento territorial y urbano.

Según la información proporcionada, el 52.1% de estas inversiones se concentra en el desarrollo habitacional, lo que evidencia una expansión sostenida del sector inmobiliario, particularmente en proyectos verticales y residenciales orientados a nuevas dinámicas de vivienda urbana.
Asimismo, el 16.2% de la inversión se dirige a la industria turística, uno de los sectores que ha mostrado mayor crecimiento en los últimos años debido al posicionamiento internacional del país como destino emergente, especialmente en áreas relacionadas al surf, naturaleza y experiencias culturales.
Otro 13.2% corresponde al sector logístico, clave para mejorar la conectividad interna y regional, fortalecer corredores productivos y facilitar el comercio nacional e internacional.
En tanto, el 11.4% está orientado a proyectos de uso mixto, que combinan vivienda, comercio y oficinas en zonas estratégicas. Este modelo impulsa la densificación inteligente y fomenta la creación de nuevas centralidades urbanas.
Finalmente, el 7.1% se destina al comercio, reforzando la expansión de espacios comerciales, centros empresariales y emprendimientos vinculados al consumo local.

Impulso a la economía y confianza empresarial
Estas inversiones reflejan un clima de confianza por parte del sector privado, especialmente en proyectos que modernizan la infraestructura urbana y mejoran la calidad de vida de la población. La diversificación de áreas de inversión también indica un proceso sostenido de transformación económica, orientado tanto a la competitividad como a la atracción de capital.
Rodríguez destacó que el país vive un momento favorable para nuevas iniciativas de construcción y desarrollo, gracias a la simplificación de trámites y la mayor seguridad jurídica percibida por inversionistas locales e internacionales.
Con la continuidad de estos proyectos, el país no solo fortalece su crecimiento económico, sino que también abre más oportunidades de empleo, incentiva el desarrollo territorial ordenado y consolida la imagen de El Salvador como un destino atractivo para invertir.
