
Tras los gastos de fin de año, muchas familias enfrentan enero con un presupuesto reducido. Sin embargo, adoptar medidas de ahorro en este periodo puede evitar que el desequilibrio financiero se extienda durante los primeros meses del año.
Una de las principales recomendaciones es detener las compras no prioritarias y enfocarse únicamente en cubrir gastos básicos. Revisar estados de cuenta y facturas permite identificar consumos excesivos y áreas donde se puede reducir el gasto, como servicios, suscripciones o salidas frecuentes.
También se aconseja reorganizar deudas, priorizando el pago de aquellas con mayores intereses para evitar que se incrementen. En algunos casos, negociar plazos o buscar opciones de refinanciamiento puede aliviar la carga financiera.
El ahorro en enero no implica sacrificios extremos, sino decisiones conscientes que permitan recuperar el control del dinero y sentar bases más sólidas para el resto del año.
