
La economía salvadoreña consolidó una aceleración significativa al tercer trimestre de 2025, al crecer 5.1 % interanual, luego de expansiones de 2.4 % y 4.1 % en el primero y segundo trimestre, respectivamente.
Este comportamiento refleja un fortalecimiento progresivo de la actividad productiva durante el año, apoyado en un entorno de mayor inversión, confianza y seguridad en el país.
El desempeño del PIB real muestra una clara aceleración a lo largo de 2025. Luego de crecer 2.4 % en el primer trimestre, la economía aceleró su ritmo a 4.1 % en el segundo, consolidándose con un mayor impulso de 5.1 % en el tercero.
Esta trayectoria ascendente sugiere que El Salvador entra al último trimestre del año con un impulso favorable, aumentando significativamente la probabilidad de cerrar 2025 con una tasa de crecimiento superior a la registrada en 2024.
Sectores más dinámicos
Durante el tercer trimestre de 2025, las actividades económicas presentaron crecimientos diferenciados, con sectores líderes que concentraron el impulso de expansión:
- Construcción: Registró el mayor crecimiento con 27.1 %, impulsada por obras de infraestructura pública, proyectos de vivienda y desenvolvimiento de iniciativas productivas privadas.
- Minas y canteras: Experimentó un crecimiento de 23.3 %, reflejando la mayor demanda de insumos para construcción, cemento, acero y otros materiales.
- Servicios profesionales: Servicios profesionales, científicos y técnicos expandieron 20.5 %, evidenciando una mayor demanda de servicios especializados vinculados a la inversión y proyectos empresariales.
- Transporte: El sector de transporte creció 9.7 %, beneficiado por la mayor movilidad de personas y mercancías.
- Servicios de apoyo a empresas: Registraron un crecimiento de 6.3 %, como resultado de la mayor actividad productiva.
- Servicios financieros: Crecieron 6.0 %, reflejando la solidez y dinamismo del sector financiero salvadoreño.
- Industria manufacturera: Mostró un aumento de 4.4 %, consolidando su recuperación desde 2021.
- Hoteles y restaurantes: Crecieron 3.7 %, beneficiados por los efectos positivos de las vacaciones agostinas y otros eventos que dinamizaron el consumo turístico interno.

La inversión: motor principal de la demanda
Desde el lado de la demanda, el crecimiento económico del tercer trimestre de 2025 fue determinado principalmente por tres componentes:
Inversión (24.7%)
La inversión se consolidó como el principal motor del crecimiento, con una expansión de 24.7 %. Este desempeño refleja el auge de la inversión pública y privada en construcción, proyectos de infraestructura estratégica y formación de capital fijo, que dinamiza no solo el sector constructor, sino también las cadenas de suministros de construcción e industria, generando efectos multiplicadores en toda la economía.
Consumo privado (3.2%)
El consumo privado aumentó 3.2 %, apoyado en mayores ingresos de los hogares salvadoreños, remesas familiares robustas y un entorno de mayor acceso al crédito facilitado por la solidez del sector financiero. Aunque su crecimiento es menor que el de la inversión, refleja la mejora gradual del mercado laboral y la confianza del consumidor.
Exportaciones de bienes y servicios (6.6%)
Las exportaciones de bienes y servicios crecieron 6.6 %, demostrando que el dinamismo no solo proviene del mercado interno, sino también de la demanda externa, consolidando una expansión más equilibrada y sostenible de la economía salvadoreña.
Factores clave que impulsaron el crecimiento

El Banco Central de Reserva ha identificado múltiples factores que explicaron el fuerte desempeño económico del tercer trimestre:
- Condiciones mejoradas de seguridad en el país: Un entorno más seguro ha favorecido el clima de negocios, facilitando la ejecución de proyectos de inversión, atrayendo capital y generando mayor confianza en el sector privado.
- Auge de la inversión pública y privada en construcción: Grandes proyectos de infraestructura y vivienda han dinamizado el sector constructor y sus cadenas de suministros.
- Recuperación de la industria manufacturera: Las actividades manufactureras registran su mejor desempeño desde 2021, evidenciando una recuperación sostenida.
- Solidez del sector financiero: Un sistema financiero robusto ha permitido canalizar recursos hacia proyectos productivos y facilitar el acceso al crédito para empresas y hogares.
- Impulso de las cadenas de suministros de construcción e industria: Mayor demanda de materiales, servicios profesionales y tecnología vinculados a la inversión.
- Dinamismo de los servicios por mayor demanda interna y externa: Sectores como hoteles, restaurantes, transporte y servicios han respondido positivamente a la expansión económica.
- Efectos positivos de las vacaciones agostinas y otros eventos: Períodos vacacionales y celebraciones especiales han estimulado el consumo de servicios turísticos y gastronómicos.
Perspectivas para el cierre de 2025
Con el fuerte desempeño del tercer trimestre (5.1 %), El Salvador se posiciona favorablemente para cerrar 2025 con una tasa de crecimiento acumulada superior a la esperada. Las proyecciones del Banco Central de Reserva y otras instituciones han manejado rangos de crecimiento anual entre 3.5 % y 4 %, aunque estimaciones más recientes apuntan a un cierre «arriba del 4 %», impulsado por el desempeño robusto de la segunda mitad del año.
Retos para la sostenibilidad del crecimiento

A pesar del desempeño favorable, persisten desafíos que requieren atención para asegurar un crecimiento más equilibrado y duradero:
Diversificación sectorial: Aunque la construcción lidera el crecimiento, es importante fortalecer otros sectores para reducir la concentración del impulso económico.
Productividad y competitividad: El país requiere continuar invirtiendo en capital humano, tecnología y mejora del clima de negocios para elevar la productividad de largo plazo.
Inclusión y equidad: Asegurar que los beneficios del crecimiento se distribuyan equitativamente entre la población y se traduzcan en mejoras duraderas en el bienestar de los hogares salvadoreños.
El crecimiento de 5.1 % en el tercer trimestre de 2025 representa un hito importante en la trayectoria de recuperación económica de El Salvador. La combinación de mejores condiciones de seguridad, inversión robusta en construcción, solidez financiera y dinamismo de los servicios crea una base propicia para mantener el crecimiento hacia adelante. Para sostener este desempeño más allá de 2025, será clave seguir impulsando la inversión en infraestructura estratégica, capital humano y tecnología, de forma que el actual ciclo de expansión se traduzca en oportunidades de empleo, mayores ingresos y un mejoramiento sustancial de la calidad de vida de todos los salvadoreños.
