
En vísperas de la Nochebuena y la Navidad, las compras de último momento se intensifican en todo el país, por lo que especialistas recomiendan adoptar una serie de medidas de planificación, ahorro y seguridad para evitar gastos innecesarios y situaciones de riesgo durante esta temporada.
Uno de los principales consejos es definir un presupuesto claro antes de salir de casa. Elaborar una lista detallada de los productos que realmente se necesitan, tanto para la cena como para los regalos, permite mantener el control del gasto y evitar compras impulsivas que pueden afectar la economía familiar en los primeros meses del año.
También se recomienda anticipar las compras y no dejarlas para el 24 de diciembre, cuando la alta demanda puede provocar escasez de productos y precios menos favorables. Comparar precios entre diferentes establecimientos y aprovechar promociones con criterio ayuda a obtener mejores opciones sin exceder el presupuesto.

En cuanto a los regalos, es aconsejable priorizar el significado del obsequio sobre la cantidad o el precio. Hacer una lista previa y ceñirse a ella reduce la tentación de adquirir artículos innecesarios que, aunque atractivos en el momento, pueden no ser útiles a largo plazo.
La seguridad personal es otro aspecto clave durante estas fechas. Al realizar compras, especialmente en horarios nocturnos, se recomienda estacionar los vehículos en lugares bien iluminados y vigilados, no dejar objetos de valor a la vista y evitar exhibir dinero o artículos costosos en espacios públicos. Estas medidas contribuyen a prevenir hurtos, que suelen incrementarse durante la temporada festiva.

Además, es importante organizar el tiempo, salir con antelación y evitar las horas de mayor afluencia, lo que permite realizar las compras de forma más tranquila y ordenada. Mantenerse hidratado, llevar efectivo y tarjetas de forma separada, y conservar los comprobantes de pago son prácticas que también ayudan a evitar contratiempos.
Finalmente, especialistas recuerdan que estas fechas no solo están marcadas por el consumo, sino también por el valor de compartir y reflexionar. Mantener un equilibrio entre las compras, la convivencia familiar y el significado de la celebración permite vivir una Navidad más consciente, segura y acorde a las posibilidades de cada hogar.
