
Los mercados bursátiles mundiales se encaminaban a cerrar 2025 en niveles históricos, coronando un año excepcional para los inversionistas, impulsado principalmente por el auge de la inteligencia artificial (IA) y las expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos continúe reduciendo las tasas de interés.
El índice MSCI de acciones globales, elaborado por Morgan Stanley Capital International y utilizado como referencia para medir el desempeño de los mercados bursátiles a nivel mundial, acumuló una ganancia cercana al 21% en lo que va del año. Este indicador refleja el comportamiento de acciones de países desarrollados y emergentes, y su avance evidencia el sólido desempeño general de los mercados.
En Estados Unidos, el S&P 500 cerró en 6,932.05 puntos en Nochebuena, marcando su cierre récord número 39 en 2025, un reflejo del optimismo de los inversionistas ante un entorno de inflación contenida y una política monetaria más flexible.
Asia fue uno de los principales motores del repunte global. En Taiwán, el índice de referencia alcanzó un máximo histórico de 28,832.55 puntos, cerrando el año con ganancias superiores al 25%. El avance estuvo liderado por Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), una pieza clave en la cadena global de suministro de tecnología y semiconductores, cuyas acciones alcanzaron también un nuevo récord.

Corea del Sur mostró uno de los desempeños más destacados del año. El índice Kospi subió 2.2% en la jornada del lunes y se perfila para registrar su mejor año desde 1999, impulsado por el interés de los inversionistas en empresas vinculadas al desarrollo de la inteligencia artificial. En general, la mayoría de los mercados asiáticos cerraron 2025 con ganancias de dos dígitos, pese a las persistentes tensiones comerciales y preocupaciones sobre aranceles.
El respaldo clave para este entorno favorable ha sido la política monetaria de Estados Unidos. En diciembre, la Reserva Federal redujo su tasa de referencia a un rango de 3.5%–3.75%, su tercer recorte consecutivo del año. Los mercados financieros ya descuentan al menos dos recortes adicionales hacia septiembre de 2026, lo que ha reforzado el apetito por activos de riesgo.
Analistas consideran que la inflación se mantiene bajo control, lo que da margen a la Fed para continuar con una postura acomodaticia. Este escenario ha sostenido la confianza de los inversionistas, incluso ante advertencias sobre posibles excesos de valuación en acciones vinculadas a la IA.

En paralelo, los inversionistas han combinado su exposición a acciones con activos refugio. Aunque el oro cayó 1.1% en la última jornada, se encamina a registrar su mayor ganancia anual desde 1979, con un aumento superior al 70%, reflejando la búsqueda de protección ante eventuales ajustes de mercado. Por su parte, el cobre alcanzó un récord histórico, respaldado por la fuerte demanda vinculada a la transición tecnológica y energética.
En conjunto, el cierre de 2025 deja un balance altamente positivo para los mercados globales, con las acciones en máximos históricos y la inteligencia artificial consolidándose como uno de los principales motores del crecimiento bursátil a nivel mundial.
