
La cuesta de enero es un periodo de ajuste financiero que se presenta tras el alto nivel de consumo de fin de año. Para reducir su impacto en la economía familiar, especialistas recomiendan actuar con orden y control desde los primeros días del año.
Recomendaciones prioritarias
- Reorganizar el presupuesto mensual, identificando gastos esenciales como alimentación, servicios básicos, transporte y educación.
- Reducir o eliminar gastos no prioritarios, especialmente en entretenimiento y compras impulsivas.
- Evitar adquirir nuevas deudas, principalmente a través de tarjetas de crédito o préstamos de corto plazo.
- Priorizar el pago de obligaciones con mayores tasas de interés, para evitar que la deuda crezca.
- Planificar pagos fijos de inicio de año, como colegiaturas, matrículas, impuestos y cuotas bancarias.
- Mantener un consumo moderado, enfocado en productos y servicios indispensables.

¿Por qué se presenta la cuesta de enero?
Desde una perspectiva económica, este fenómeno responde a la concentración del consumo en diciembre, impulsada por aguinaldos, bonos y mayor acceso al crédito. Al finalizar las festividades, los ingresos extraordinarios se agotan, pero las obligaciones financieras permanecen, reduciendo la liquidez de los hogares.
Presión financiera de inicio de año
A este escenario se suman compromisos como pagos escolares, servicios básicos y deudas acumuladas en tarjetas de crédito, lo que limita la capacidad de gasto y obliga a las familias a ajustar su economía.

Efectos en el mercado
La cuesta de enero también se refleja en el comportamiento del consumo. El comercio suele experimentar una desaceleración temporal en las ventas, especialmente en bienes no esenciales, mientras los hogares priorizan productos básicos.
Una lección financiera
Economistas coinciden en que la cuesta de enero no representa una crisis, sino un ajuste natural del ciclo económico, que evidencia la importancia de la educación financiera y de una mejor planificación del gasto de fin de año. Con decisiones responsables y una gestión ordenada, este periodo puede afrontarse sin comprometer la estabilidad económica de los hogares durante el resto del año.
