
El director ejecutivo de Bank of America Corp., Brian Moynihan, afirmó que la política comercial de Estados Unidos podría entrar en una fase de estabilización de aranceles durante el próximo año, tras un periodo de fuertes ajustes que impactaron a la economía en 2025.
Según Bloomberg Línea, en una entrevista Moynihan señaló que el banco proyecta una desescalada de las tensiones comerciales, con un arancel promedio cercano al 15%, lo que representaría un entorno más predecible para empresas e inversionistas.
Según el ejecutivo, el paso de un arancel generalizado del 10% a un promedio del 15% para la mayoría de los países no tendría un impacto significativo en la economía estadounidense. “No es un impacto enorme”, indicó, al explicar que este nivel permitiría a las empresas planificar con mayor claridad sus costos y operaciones.

La política arancelaria de la administración Trump experimentó cambios importantes durante 2025. En abril se estableció una tasa base del 10% para todos los exportadores hacia Estados Unidos, y en julio se anunciaron nuevos aranceles que elevaron la tasa media prevista hasta 15.2% para los principales socios comerciales, de acuerdo con estimaciones de Bloomberg Economics. Tras estos ajustes, la tasa arancelaria promedio de EE. UU. habría pasado del 2% al 14% desde el regreso de Trump a la Casa Blanca.
Moynihan explicó que la estabilización de los aranceles permitiría reducir la incertidumbre que afectó especialmente a las pequeñas y medianas empresas durante el segundo trimestre del año, cuando los cambios en la política comercial generaron cautela en las decisiones de inversión y contratación.
No obstante, el ejecutivo aclaró que China seguirá siendo un caso particular, al igual que los socios de Norteamérica, debido a la revisión prevista del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá. Aun así, señaló que, en términos generales, el entorno global apunta a un punto de equilibrio en la política comercial estadounidense.
Desde la perspectiva de Bank of America, un escenario de aranceles estables contribuiría a mejorar la confianza empresarial y a sostener el crecimiento económico, especialmente si se combina con un entorno de tasas de interés menos restrictivo.

En ese contexto, Moynihan subrayó que, para muchas empresas, especialmente las pequeñas, los aranceles han dejado de ser la principal preocupación. En su lugar, factores como la disponibilidad de mano de obra y la definición de las políticas migratorias están cobrando mayor relevancia en la toma de decisiones.
Con esta previsión de estabilización, los mercados observan una posible transición hacia una política comercial más predecible, lo que podría aliviar parte de la presión económica generada por los ajustes arancelarios de 2025 y sentar las bases para un entorno de mayor certidumbre en el comercio internacional.
