Desde 2019 hasta lo que va corrido de 2024, América Central ha superado a las principales economías de América Latina en términos de crecimiento económico, según los datos más recientes de La Comisión Económica para América Latina (Cepal).
Tradicionalmente, la región ha sido dominada por Brasil y México, que representan el 57% del Producto Interno Bruto (PIB) regional, con economías de US$3,7 billones y US$2,7 billones respectivamente. Sin embargo, en este periodo reciente, Centroamérica ha tomado el liderazgo en el impulso económico de la región.
La Cepal ha destacado que los países centroamericanos están viendo las mejores perspectivas de crecimiento del PIB. Desde 2019 hasta la fecha, República Dominicana ha crecido un 23,2%, Panamá un 22,2%, Guatemala un 21,3%, Costa Rica un 19,7%, y Honduras y Nicaragua un 17,7%, con El Salvador alcanzando un 16,2%. Estos números evidencian una tendencia significativa hacia un crecimiento robusto y sostenido en la subregión.
En el período comprendido entre 2019 y 2024, El Salvador ha demostrado un notable crecimiento económico en comparación con muchas de las economías más grandes de América Latina. Durante este lapso, el Producto Interno Bruto (PIB) de El Salvador ha aumentado en un 16,2%, destacándose como una de las tasas de crecimiento más altas entre los países centroamericanos.
El Salvador ha sido capaz de sostener su impulso económico a través de una serie de reformas y políticas estratégicas que han mejorado la estabilidad económica y la confianza de los inversores. En particular, la implementación de medidas de políticas monetarias y fiscales prudentes ha contribuido a un entorno económico más favorable, que ha sido esencial para su crecimiento. La política monetaria restrictiva, adoptada en gran parte de Centroamérica, también ha jugado un rol importante en la gestión de la inflación y en la promoción de un crecimiento económico más estable.
Centroamérica está destacando en el contexto económico regional con un crecimiento robusto y sostenido. La mejora en las prácticas financieras y una política económica prudente han permitido a la subregión superar a gigantes económicos como Brasil y México, marcando un cambio significativo en la dinámica del crecimiento económico en América Latina.