Una infraestructura de red robusta y estable se ha convertido en un elemento fundamental e imprescindible para el desarrollo empresarial. La implementación de tecnologías innovadoras como el Big Data, el Machine Learning y la Inteligencia Artificial consumen una enorme cantidad de datos, que se mantiene en constante crecimiento. Para poder aprovechar todo el potencial que ofrecen estas tecnologías se debe contar con una red potente y escalable que permita crecer al ritmo al que lo hace la empresa.
Para formar esta red, hay una variedad de dispositivos que deben ser considerados según las necesidades concretas de cada empresa. Tomar la decisión correcta respecto al uso de estos equipos puede tener un impacto significativo en la productividad, la seguridad e incluso la rentabilidad de la empresa. Los dispositivos principales que configuran la base de la infraestructura de red de una empresa son los switches, los routers y los hubs. A continuación, veamos sus características y diferencias.
¿Cuáles son las diferencias entre routers, switches y hubs?
Para elegir el equipo de red adecuado, es imprescindible conocer sus usos y sus diferencias. En TP-Link sugerimos que la elección entre un router y un switch debe estar fundamentada en una evaluación técnica detallada de las necesidades de la empresa, considerando factores como la escalabilidad de la red, los requisitos de seguridad, la gestión del tráfico y la redundancia.
Los routers facilitan la comunicación entre distintas redes, actuando como intermediarios que dirigen el tráfico de datos según las necesidades, haciendo uso de diferentes protocolos como BGP (Protocolo de puerta de enlace de frontera), OSPF (Protocolo de puerta de enlace interno) o EIGRP (Protocolo de enrutamiento de puerta de enlace interior mejorado.)
TP-Link ha observado que en un contexto empresarial, los routers tienen más funciones además de proporcionar conexión a Internet, a través de un sistema avanzado que proporciona seguridad mediante cortafuegos (firewalls) y tareas de prevención de intrusiones, que mantienen la red a salvo de amenazas externas.
Por otro lado se encuentran los switches, que por línea general suelen operar en la capa dos del modelo OSI (Capa de enlace de datos). Sin embargo, existen switches que además hacen funciones de routers como los nuevos Switches Omada Enterprise L3, con funciones de router.
Estos equipos se utilizan para conectar varios dispositivos en una red local (LAN). A diferencia de los hubs, los switches son más inteligentes ya que pueden aprender las direcciones MAC de los dispositivos conectados y dirigir el tráfico de datos específicamente hacia el dispositivo de destino, reduciendo así la congestión de la red.
Finalmente se encuentran los hubs, que son los más básicos de los tres dispositivos ya que únicamente operan en la capa 1, o Capa física. Un hub simplemente recibe un paquete de datos y lo retransmite a todos los puertos de salida, sin la capacidad de determinar o dirigir el tráfico a un dispositivo específico. Son dispositivos que están entrando en desuso, ya que no son eficientes ni tan seguros como sus versiones más avanzadas.
De esta forma, en TP-Link hemos visto que la mejor opción para gestionar la red interna empresarial es un switch, pero existen diferentes clases que realizan funciones distintas, por lo que se deben clasificar.
Switches no gestionables
Un switch no gestionable tiene configuración automática. Recibe paquetes de datos de un dispositivo, consulta su tabla de direcciones MAC para determinar el destino, y los reenvía al puerto correspondiente. Esta operación se realiza de forma automática, sin necesidad de configuración ni administración adicional. Por ello, su principal ventaja reside en la sencillez de uso, que no requiere de conocimientos especialmente avanzados. A su vez, es una opción sustancialmente más económica que los switches gestionables.
El uso típico de este tipo de equipos se corresponde con el de pequeñas y medianas empresas (PYMEs), debido a su sencillez de operación. No obstante, esto supone una serie de limitaciones que pueden ser fundamentales a la hora de decidir el uso de un dispositivo u otro. Por ejemplo, apenas permite configuración, siendo imposible modificar la configuración predefinida de fábrica, como la velocidad de los puertos o la priorización del tráfico. Además, no permite la monitorización, por lo que los usuarios no podrán controlar el rendimiento o el estado de la red.
Switches gestionables
Por otro lado, están los switches gestionables, dispositivos de red que sí permiten una configuración y gestión más avanzadas en comparación con los switches no gestionables. Estos equipos ofrecen la posibilidad de configurar cada puerto individualmente permitiendo controlar el tráfico de la red, la activación o desactivación de puertos, la asignación de VLANs (Virtual Local Area Networks), y el control del ancho de banda. Además, crean análisis de tráfico para que los administradores de red puedan diagnosticar problemas y realizar ajustes preventivos para optimizar el rendimiento de la red.
Estos switches suelen usarse en entornos empresariales de mayor entidad, y son una herramienta fundamental para la administración de la red ya que permiten la implementación de políticas de red complejas y proporcionan la flexibilidad necesaria para adaptarse a las cambiantes demandas de los negocios.
Los routers y los switches son componentes esenciales en la construcción de una red empresarial. Mientras que los routers proporcionan conectividad y seguridad a nivel de red, los switches son la base de la infraestructura de la red local.