La Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó y ratificó, con 57 votos, una serie de reformas a la Constitución de la República. El objetivo principal es actualizar el sistema electoral para fortalecer la democracia, optimizar recursos públicos y alinear las reglas con la voluntad popular. La iniciativa fue presentada por la diputada Ana Figueroa, de Nuevas Ideas, y respaldada por sus colegas de bancada, generando un cambio significativo en el panorama político del país centroamericano.

Los cambios aprobados permitirán la reelección del presidente de la República de manera indefinida, extendiendo además el período presidencial de cinco a seis años. La reforma también elimina la segunda vuelta electoral. Adicionalmente, los legisladores respaldaron una medida transitoria para homologar el ciclo electoral, permitiendo una sola elección presidencial, legislativa y municipal, lo que busca generar un ahorro significativo al Estado salvadoreño.
El Presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, afirmó que estas modificaciones tienen como fin fortalecer la democracia y darle más poder al pueblo a través del voto. Aclaró que no se está creando una nueva Constitución, sino reformando artículos de la actual, que data de 1983. Castro aseguró que las enmiendas surgen de una demanda ciudadana en un momento de gobernabilidad democrática.

Por su parte, la diputada Ana Figueroa explicó que la eliminación de la segunda vuelta electoral generará un ahorro de aproximadamente $50 millones al Estado. Según la legisladora, estos fondos podrían ser utilizados para construir un nuevo hospital o más escuelas. Figueroa señaló que unificar las elecciones permitirá una sola jornada electoral para todos los funcionarios democráticamente escogidos, haciendo el proceso más eficiente.
Los parlamentarios de Nuevas Ideas coincidieron en que la Constitución actual mantenía una estructura electoral que, durante décadas, sirvió para perpetuar prácticas de corrupción. Sostuvieron que las campañas políticas han sido financiadas con fondos del Estado, impactando fuertemente el presupuesto nacional y obligando a recurrir a préstamos para cubrir los costos de cada elección, una práctica que las reformas buscan erradicar.
Con las enmiendas a los artículos 75 y 152, se permitirá la reelección presidencial indefinida. Con esto, la población podrá decidir si un mandatario debe continuar en el poder, de acuerdo a su desempeño. Estas reformas homologan las condiciones para la reelección presidencial con las de los demás cargos de elección popular, como diputados y alcaldes, garantizando la igualdad de condiciones entre todos los cargos públicos electos por voto popular.

La disposición transitoria aprobada para homologar las elecciones indica que el período presidencial que inició el 1 de junio de 2024 finalizará el 1 de junio de 2027. Esto permitirá realizar los comicios presidenciales, legislativos y municipales de forma conjunta. Los legisladores afirmaron que la elección de 2027 servirá como un termómetro político para castigar o premiar la gestión del actual Gobierno.