
Las estrategias de seguridad implementadas por el Gobierno han transformado la imagen de El Salvador, consolidándolo como el territorio más seguro del hemisferio occidental y, consecuentemente, un destino atractivo y confiable para el turismo internacional.

Este nuevo contexto de confianza y paz se traduce directamente en la dinamización de la economía local a través del sector turístico, un hecho confirmado por la llegada masiva de visitantes extranjeros.

Inyección de divisas por seguridad
Miles de ciudadanos hondureños han escogido El Salvador como punto de encuentro para sus vacaciones, aprovechando la Semana Morazánica (una pausa laboral en Honduras programada a inicios de octubre). La decisión está fuertemente motivada por la percepción de seguridad que proyecta el país.

“Lo que uno ve en las redes sociales, nos garantiza venir a El Salvador por su seguridad; venir a conocer los lugares bonitos que tienen, con la plena convicción que nada nos puede pasar y disfrutar sabiendo que nos vamos a llevar una excelente experiencia”, afirmó Gresi Martínez, una hondureña que ingresó por la frontera El Amatillo.

La llegada de turistas durante periodos festivos es clave para la economía, ya que representa una inyección directa de divisas en el comercio, la hotelería, la gastronomía y el transporte.
Seguridad y oportunidades: el nuevo atractivo
El Gobierno ha fortalecido la seguridad y, simultáneamente, ha rehabilitado importantes espacios naturales e históricos, potenciando la oferta turística. Este binomio genera una imagen de estabilidad que atrae no solo a turistas, sino a la mirada de inversionistas.

La nueva realidad que vive el país ha generado que los visitantes se sientan confiados de disfrutar de atractivos como el Sunset Park o la BINAES (Biblioteca Nacional de El Salvador) y recorrer el país con total tranquilidad, incluso a cualquier hora del día, como lo destacó Margoth Reyes, una visitante recurrente.

La masiva afluencia de visitantes hondureños durante esta semana es una prueba tangible de cómo las estrategias de seguridad se han convertido en la principal ventaja competitiva de El Salvador a nivel internacional, consolidando al país como un referente turístico regional y dinamizando significativamente la economía local.


