
Durante la visita oficial del presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, a El Salvador, ambos mandatarios junto al Canciller salvadoreño y el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto costarricense firmaron el acuerdo “Escudo de las Américas”, una alianza estratégica que marca un paso histórico en la cooperación bilateral en materia de seguridad, comercio y desarrollo.
El nuevo acuerdo busca unir capacidades y esfuerzos entre ambas naciones para enfrentar desafíos comunes como el crimen organizado, así como potenciar áreas económicas clave como la inversión, la logística, el comercio y la innovación. Según las autoridades, este marco de cooperación está diseñado para ampliarse en el futuro, permitiendo que otros países del continente puedan incorporarse.
Entre los objetivos principales del Escudo de las Américas se incluyen la coordinación de operaciones de seguridad, el intercambio de información estratégica, el desmantelamiento de redes criminales y la creación de nuevas oportunidades para el desarrollo económico regional.


Durante el encuentro, el Presidente Nayib Bukele destacó que esta alianza es producto de un proceso iniciado en 2024, cuando sostuvo reuniones preliminares en Costa Rica. Bukele señaló que, si bien cada país debe resolver sus propios retos institucionales, El Salvador está en posición de compartir su experiencia en materia de seguridad.

“Podemos apoyarles con nuestra experiencia en el combate a la criminalidad, el desmantelamiento de estructuras, la gestión de sistemas penitenciarios y las reformas necesarias para erradicar el crimen”, afirmó el mandatario, subrayando que El Salvador pasó de ser “el país más inseguro del mundo al más seguro del Hemisferio Occidental”.
El Presidente Chaves, por su parte, expresó su disposición para avanzar en un trabajo conjunto que contribuya a la estabilidad y crecimiento de ambos países, especialmente en un contexto donde la seguridad pública juega un rol determinante para la inversión y el desarrollo económico.
Con la firma de este acuerdo, El Salvador y Costa Rica abren una nueva etapa de cooperación regional, con implicaciones tanto en el ámbito de seguridad como en el fortalecimiento de las condiciones para el comercio y la competitividad en la región.
