En 2024, el turismo internacional ha demostrado ser un motor clave para la economía de América Latina y el Caribe, registrando una variación semestral del 16% en la categoría de viajes, según el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Este crecimiento no solo refleja una recuperación a niveles prepandemia, sino que, en algunos casos, incluso los supera, consolidando al sector turístico como un pilar esencial para la región.
El dinamismo en las exportaciones de servicios, impulsado principalmente por el turismo, alcanzó un monto de US$124 millones en el primer semestre de 2024, lo que representó un incremento del 8% frente al semestre anterior. Este crecimiento contrasta con una caída del 2% en las compras externas de servicios, que totalizaron US$141 millones en el mismo periodo. Esta disminución en las importaciones de servicios ha permitido reducir el déficit de la cuenta de servicios.
El déficit en la cuenta de servicios, que se situó en US$17 millones, fue íntegramente compensado por el superávit de la cuenta de bienes, lo que evidencia una mejora relativa en el balance comercial de la región. Sin embargo, la CEPAL advierte que este equilibrio sigue siendo precario, ya que la baja capacidad de financiamiento de importaciones por exportaciones mantiene una restricción estructural para las economías latinoamericanas.
A pesar de estas limitaciones, el turismo internacional ha sido clave para dinamizar las economías locales, con un notable impacto en empleos y en el fortalecimiento de pequeñas y medianas empresas. Este repunte también ha contribuido a diversificar las fuentes de ingresos en países con una alta dependencia de las exportaciones de bienes primarios.
La recuperación del turismo es una muestra del potencial del comercio de servicios en América Latina. Sin embargo, la CEPAL insiste en la necesidad de políticas públicas que fomenten la diversificación económica y reduzcan la dependencia de factores externos, con el fin de garantizar un desarrollo más sostenido y equilibrado en la región.