En el contexto de la Alerta Amarilla por lluvias, el gobierno de El Salvador ha transformado la respuesta a emergencias en una estrategia de inversión económica que busca proteger la productividad y el patrimonio nacional. el despliegue de más de 300 cuadrillas del ministerio de obras públicas (MOP) y FOVIAL, operando 24 horas al día desde 34 planteles, tiene como objetivo principal garantizar la conectividad vial, un factor crítico para la estabilidad de las cadenas de suministro y el flujo comercial. El ministro del MOP, Romeo Rodríguez, subrayó que este operativo es una defensa activa contra las pérdidas económicas que provoca el cierre de vías, asegurando que «la conectividad está garantizada» incluso en horarios nocturnos.

El eje central de esta visión es la inversión focalizada en obras de mitigación para reducir la vulnerabilidad a largo plazo. Un ejemplo crucial es la asignación de US$3 millones para obras de drenaje en la colonia San Benito, en el distrito de San Salvador, un esfuerzo dirigido específicamente a reducir el riesgo de inundaciones urbanas en el sector conocido como la Zona Rosa. Al ser este un importante polo de negocios, servicios y entretenimiento, protegerlo de las inundaciones no solo resguarda la infraestructura física, sino que garantiza la continuidad de las operaciones comerciales, un factor vital para la economía de la capital.

Adicionalmente, el gobierno ha resaltado el impacto de obras ya finalizadas, como la eliminación de cuatro cárcavas en el distrito Italia, Tonacatepeque. Estas obras, que han significado una inversión considerable, no solo eliminaron un riesgo de vida para las familias, sino que revalorizaron el patrimonio inmobiliario de la zona.

La estabilización del suelo y la recuperación de la infraestructura vial se traduce directamente en un aumento de la confianza de los propietarios y una mejora en la movilidad, potenciando así la actividad comercial local. El ministro Rodríguez enfatizó que, más allá de la atención inmediata, la prioridad es realizar obras de mitigación, limpieza de drenajes y estabilización de taludes para que el país sea menos vulnerable, blindando al mismo tiempo la infraestructura y la economía frente a la recurrencia de las lluvias.
