La deuda de hogares, empresas, bancos y gobiernos de todo el mundo ha sumado en el primer trimestre de 2024 un total de US$315,1 billones, nuevo récord histórico, frente a los US$307 billones contabilizados en el mismo periodo de 2023, según los cálculos del Instituto Internacional de Finanzas (IIF).
La deuda mundial, mide el endeudamiento de gobiernos, empresas y personas, está se encuentra en niveles peligrosamente altos. Las economías emergentes y en desarrollo han sido las más afectadas por anteriores crisis de la deuda, según muestra un estudio del Banco Mundial.
Para hacer frente a los pagos de la deuda, al menos 100 países tendrán que reducir el gasto en sanidad, educación y protección social, según estimaciones del FMI.
Si los países dejan de pagar sus deudas, puede cundir el pánico en los mercados financieros y provocar una ralentización económica.
Para las empresas, hacer frente a los reembolsos de elevados niveles de deuda puede suponer disponer de menos dinero para invertir en empleo y expansión. La insolvencia también es un riesgo para las empresas que no pueden devolver sus préstamos.
En el caso de los hogares, los altos niveles de deuda pueden obligarles a recortar algunas partidas de gasto, como la alimentación o el combustible. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI)