En el marco del Mes de la Mujer, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó un informe que evidencia los avances y desafíos en materia de equidad de género en el mercado laboral. Aunque la brecha de empleo entre mujeres y hombres se ha reducido en las últimas tres décadas, sigue siendo significativa. En 2024, solo el 46.4 % de las mujeres en edad de trabajar están empleadas, en comparación con el 69.5 % de los hombres, y al ritmo actual, alcanzar la igualdad en las tasas de empleo podría tomar casi dos siglos.

A pesar del creciente acceso de las mujeres jóvenes a la educación y la formación, esto no se ha traducido en una mayor participación en el mercado laboral. Apenas el 30 % de los puestos directivos en el mundo están ocupados por mujeres, con un avance modesto en los últimos 20 años. Además, las mujeres siguen predominando en sectores mal remunerados como la enfermería y el cuidado infantil, mientras que los hombres dominan áreas como el transporte y la mecánica.
El informe también destaca que, si bien ha habido avances en la reducción de la brecha salarial, esta sigue siendo significativa. En 2024, las mujeres ganarán en promedio 77.4 centavos por cada dólar que perciben los hombres, lo que representa una mejora con respecto a los 70.1 centavos registrados en 2004. Sin embargo, las mujeres siguen acumulando menos horas de trabajo remunerado y están sobrerrepresentadas en el empleo informal, especialmente en países de ingresos bajos y medios.

Sukti Dasgupta, directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT, enfatizó la necesidad de reformas urgentes para garantizar condiciones laborales equitativas para las mujeres. Entre los desafíos pendientes, mencionó la desigualdad en las responsabilidades de cuidado, las diferencias salariales y la violencia en el entorno laboral, factores que perpetúan la inseguridad y la discriminación de género en el trabajo.
El informe subraya que las desigualdades estructurales, las normas sociales discriminatorias y las políticas económicas inadecuadas siguen limitando las oportunidades laborales de las mujeres. Para lograr avances reales, la OIT insta a los gobiernos y empresas a implementar políticas inclusivas que fomenten el acceso de las mujeres a empleos dignos y equitativos, promoviendo un entorno laboral más seguro y justo para todos.

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