El proyecto AGRO-INNOVA concluye su ciclo de cinco años, habiendo brindado un apoyo significativo a los agricultores de la región centroamericana. A través de innovaciones tecnológicas y prácticas sostenibles, se ha fortalecido el agro, especialmente mediante la implementación de sistemas agroforestales adaptados al corredor seco.
Con la colaboración de 47 organizaciones y el desarrollo de 36 proyectos comunitarios, AGRO-INNOVA ha impactado a 4,012 productores, promoviendo la innovación en la agricultura regional. Se han sembrado alrededor de 50,000 árboles de diversas especies, incluyendo cítricos, café y mango, adaptándose a las particularidades de cada región.
El proyecto ha llegado a más de 109 comunidades, permitiendo que los agricultores se autoabastezcan y diversifiquen su producción. Esta diversificación no solo ha mejorado el consumo local, sino que también ha abierto oportunidades para la venta de productos en mercados más amplios. Un aspecto destacado ha sido la inclusión de sectores clave, beneficiando a 1,339 mujeres y a numerosos jóvenes, fortaleciendo su rol en la agricultura.
AGRO-INNOVA ha establecido un marco robusto de gestión del conocimiento, capacitando a los productores a través de 400 productos de conocimiento que incluyen materiales, programas y capacitaciones. Además, se han implementado 73 tipos de tecnologías con buenas prácticas, facilitando una adopción más efectiva de innovaciones.
Las estrategias de intervención se centran en mejorar la seguridad alimentaria y la resiliencia climática de pequeños productores vulnerables. Estas incluyen el desarrollo de modelos de sistemas agroforestales, la creación de redes técnicas para el intercambio de conocimiento, y el establecimiento de vitrinas de innovación tecnológica. Estas acciones son clave para fomentar la adopción de tecnologías disruptivas y buenas prácticas agrícolas.
El objetivo principal de AGRO-INNOVA es fortalecer las capacidades y la gestión del conocimiento de 3,000 pequeños productores y 12 organizaciones en seis países del Corredor Seco. Se busca mejorar las tecnologías de adaptación y mitigación al cambio climático, asegurando la producción sostenible de cultivos básicos y ganadería.
AGRO-INNOVA ha intervenido en 33 territorios y 94 localidades, consolidando su impacto en la biodiversidad de las semillas, aumentando la productividad y mejorando la seguridad alimentaria para las familias más vulnerables del Corredor Seco de Centroamérica.