
La reparación de una tubería de 48 pulgadas en la Estación Central de Apopa mantiene a miles de familias y negocios en San Salvador y La Libertad con interrupciones en el servicio de agua potable. La obra, que se desarrolla en cinco fases, es considerada clave para estabilizar el suministro en una de las zonas de mayor consumo del país.
La Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) informó que los trabajos avanzan en la remoción de la estructura dañada y la instalación de una nueva base, proceso que podría extenderse varios días.

Para mitigar el impacto, el plan de contingencia incluye la distribución de más de 100 camiones cisterna hacia comunidades, centros educativos y zonas residenciales.


Como parte del plan de contingencia, las autoridades confirmaron que los hospitales y unidades de salud también están siendo abastecidos con camiones cisterna. En particular, el Hospital El Salvador recibe suministro constante de agua, lo que permite que las atenciones médicas se realicen con normalidad y sin afectaciones en los servicios de salud.
ANDA confirmó que el Hospital El Salvador y otros centros médicos reciben agua de manera regular, lo que garantiza que la atención a los pacientes se desarrolle con normalidad.

Aunque la emergencia se mantiene bajo control, analistas advierten que la falta de agua potable prolongada genera costos adicionales en hogares y sectores productivos, además del gasto operativo que representa movilizar pipas a diario. El caso pone nuevamente en evidencia la necesidad de mayor inversión en infraestructura hídrica para evitar interrupciones recurrentes en el servicio.
Expertos señalan que la escasez de agua potable puede traducirse en pérdidas económicas por el encarecimiento del recurso, reducción de la productividad en comercios y presión sobre la salud pública. “Aunque hay un plan de contingencia, el costo de movilizar agua en pipas es elevado y, de prolongarse, puede afectar el bolsillo de los consumidores y las finanzas estatales”, comentó un analista en temas hídricos.
La infraestructura hídrica en El Salvador enfrenta un rezago histórico que vuelve frecuentes este tipo de emergencias. La actual reparación refleja tanto la urgencia de mantener en pie un sistema antiguo como la necesidad de mayores inversiones para garantizar un servicio estable a largo plazo.