El Presidente de Estados Unidos 🇺🇸, Donald Trump, ha anunciado un arancel del 50% al cobre y ha puesto sobre la mesa la posibilidad de implementar otro de hasta el 200% para los productos farmacéuticos. Esta medida busca obligar a las empresas fabricantes a establecer sus operaciones dentro del territorio estadounidense, una política que sigue la línea de gravámenes ya aplicados a sectores como el acero y el aluminio.

Durante su sexta reunión de gabinete, desde el inicio de su segundo mandato el 20 de enero, el líder republicano comunicó la decisión sin especificar los detalles exactos del nuevo gravamen para el cobre. Sin embargo, la amenaza más contundente se dirigió a las compañías farmacéuticas, a quienes les dio un plazo para relocalizarse en el país y así evitar el pago de estos altos aranceles.

Trump fue enfático al advertir que si las farmacéuticas no se instalan en Estados Unidos en un plazo de aproximadamente un año o año y medio, se les aplicará un arancel muy elevado. «Se les aplicará un arancel muy alto, de aproximadamente el 200%», afirmó, dejando clara su postura de presionar a la industria para que regrese al país y genere empleos locales.
El Presidente republicano criticó fuertemente a administraciones anteriores por permitir la deslocalización de esta industria, lo que, según él, ha perjudicado a la economía nacional. Reiteró su compromiso de revertir esta tendencia, asegurando que bajo su mandato, la salida de estas empresas no será tolerada, buscando así fortalecer la producción interna.

Este anuncio se produce un día antes de que expire el plazo inicial para establecer nuevos gravámenes que reemplacen los aranceles recíprocos. Hasta el momento, Washington solo ha llegado a acuerdos con China, el Reino Unido y Vietnam, mientras que la tregua de 90 días, que expiraba el 9 de julio, ha sido aplazada hasta el 1 de agosto.