El Banco Mundial (BM) ha proyectado que el crecimiento de América Latina y el Caribe se desacelerará al 1.9 % en 2024, tras un crecimiento del 2.1 % en 2023. Sin embargo, la región podría experimentar una recuperación en 2025. En su informe, el organismo destacó que la región ha desaprovechado las oportunidades que ofrecían los cambios globales en las cadenas de suministro.
Uno de los factores que obstaculizan el crecimiento es la insuficiencia de la inversión pública y privada. A pesar del potencial del «nearshoring», la promesa de crecimiento ligada a la relocalización de industrias no se ha materializado en la región.
Las causas detrás de este estancamiento incluyen el alto costo del capital, bajos niveles de educación, infraestructura inadecuada y cierta inestabilidad social, según el análisis del Banco Mundial.
Aunque la proyección de crecimiento del 1.9 % para 2024 es una ligera mejora respecto a previsiones anteriores, la desigualdad sigue siendo un reto. Además, la alta carga impositiva sobre la inversión productiva sigue limitando el desarrollo económico de la región.
Para 2025, se espera que el crecimiento de la región se acelere a un 2.6 %, aunque esta cifra es una reducción respecto a las previsiones anteriores del Banco Mundial.