El informe del Banco Mundial mejoró la proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto de los países de la región centroamericana para 2024 y 2025, excepto Panamá y Nicaragua.
El Banco Mundial elevó las proyecciones de crecimiento económico para la mayoría de los países centroamericanos para 2024 y 2025.
Según el informe “Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento”, América Latina y el Caribe crecerá 1.9% en 2024, superando levemente las estimaciones anteriores, y en 2025 se espera que la región crezca 2.6%.
Sin embargo, se trata de las tasas más bajas entre todas las regiones del mundo, lo que pone de relieve la persistencia de obstáculos estructurales.
PROYECCIÓN REGIONAL
En el caso específico de los países centroamericanos, el informe del Banco Mundial proyecta que el Producto Interno Bruto (PIB) de Costa Rica crecerá 4% este año y luego bajará a 3.5%, ligeramente superior al 3.9% proyectado en abril pasado.
Luego está Guatemala, que crecería 3.7% y 4%, por encima del 3% que había dicho el BM; Honduras crecería 3.5% y 3.4%, ligeramente por encima del 3.4% estimado en abril.
El PIB de El Salvador crecerá 2.9% en 2024 y 2.7% en 2025, por encima del 2.5% estimado anteriormente.
Por otra parte, el informe del Banco Mundial indica que la economía de Panamá crecerá 2.4% y 3%, por debajo del 2.5% estimado anteriormente. Nicaragua también redujo su proyección a 3.6% para ambos años, desde el 3.7% anterior.
Para acelerar el crecimiento, la región debe aprovechar la dinámica económica actual. Se espera que la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de reducir las tasas de interés brinde cierto alivio. El control de la inflación es otro avance positivo, gracias a la gestión macroeconómica eficaz de los países de la región.
El informe destaca que la inversión pública y privada en América Latina y el Caribe sigue siendo baja y que los países no están aprovechando al máximo las oportunidades del nearshoring.
En términos reales, la inversión extranjera directa (IED) se encuentra en niveles más bajos que hace 13 años y los nuevos anuncios de inversión favorecen a otras regiones. A pesar de tener salarios competitivos en comparación con China y otros destinos, los altos costos de capital, los sistemas educativos débiles, la energía y la infraestructura deficientes y la inestabilidad social reducen el atractivo de la región como destino de nearshoring.