El Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) de El Salvador ha informado por medio de su Director Ejecutivo, Danilo Pérez, un aumento significativo en el costo de la canasta básica. Este incremento ha generado preocupación entre los sectores más vulnerables de la población, ya que muchas familias se están viendo afectadas por su poder adquisitivo y su capacidad para cubrir necesidades esenciales como alimentación, vivienda y salud.
Según el CDC, los productos que más han incrementado su precio son los alimentos, lo cual tiene un impacto directo en la seguridad alimentaria de los hogares. Pérez, informó que el tomate ha incrementado en un 400% desde 2021 en donde la caja costaba US$6.00 y en 2024 cuesta US$30.00.
El coste del chile verde ha incrementado 180%, al pasar de US$10.00 en 2021 a US$28.00 en 2024, otro producto afectado con los incrementos ha sido el frijol con un aumento del 76.25% pasando de US$53.90 en 2021 a US$95.00 en 2024.
Ante esta situación, el CDC ha propuesto un aumento en el salario mínimo como una medida urgente y necesaria para mitigar los efectos de la inflación en la economía familiar. La organización argumenta que el actual salario mínimo no es suficiente para cubrir el costo de la canasta básica, y que un ajuste salarial ayudaría a garantizar que los trabajadores y sus familias puedan acceder a los bienes y servicios fundamentales. Esta propuesta busca no solo mejorar la calidad de vida de los trabajadores, sino también estimular la economía local a través del incremento del poder adquisitivo.
La CDC propone que el salario mínimo aumente en un 25% es decir que los US$364.80 que es el salario mínimo actual pasen a US$456.00.
Además, el CDC ha subrayado la importancia de una política integral que incluya no solo el aumento del salario mínimo, sino también otras medidas complementarias. Entre estas medidas se encuentran el fortalecimiento de los programas de apoyo social, la regulación de los precios de los productos básicos y la implementación de estrategias que promuevan la producción local de alimentos. Pues según Pérez, 9 de 10 tomates son importados es decir el 93.2% de la hortalizas y verduras del mercado nacional.