El informe anual «Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2024», presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), revela que el crecimiento económico promedio en la región durante la última década ha sido de solo 0.9%. Este bajo ritmo de expansión plantea serios desafíos para abordar las problemáticas ambientales, sociales y laborales que enfrenta la región, como señala la Cepal, que forma parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El informe subraya que, a pesar de las expectativas de recuperación, la productividad laboral en 2024 sigue siendo inferior a la registrada en 1980. Este dato refleja un retroceso significativo en términos de desarrollo económico y eficiencia en la región, lo cual es motivo de preocupación para los responsables de políticas económicas.
Para el año 2024, la Cepal ha proyectado un crecimiento económico del 1.8%, con una mejora esperada al 2.3% en 2025. Esta perspectiva ligeramente optimista se enfoca especialmente en América del Sur, donde se anticipa un crecimiento del 2.4% en 2025. Sin embargo, a pesar de estas proyecciones, las cifras actuales destacan la urgencia de revitalizar el crecimiento económico para superar el estancamiento persistente.
Además, el estudio advierte sobre los impactos del cambio climático en el empleo. La Cepal enfatiza que, si no se realizan inversiones adecuadas en adaptación y mitigación, América Latina podría enfrentar la pérdida de aproximadamente 43 millones de puestos de trabajo para 2050. Los sectores más vulnerables a estas pérdidas incluyen la agricultura y el turismo, que son fundamentales para la economía de muchos países de la región. El informe de la Cepal resalta la necesidad de implementar estrategias efectivas para dinamizar el crecimiento económico y mejorar la productividad, al mismo tiempo que se abordan las consecuencias del cambio climático. Estas acciones son cruciales para asegurar