El Salvador registrará un crecimiento económico del 2.5 % en 2025, según la más reciente actualización de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Aunque la cifra representa una baja respecto a la estimación anterior del 3%, el país mantiene una ruta de crecimiento en medio de un escenario internacional marcado por tensiones arancelarias.

La CEPAL explicó que esta revisión a la baja se debe, en gran medida, a la incertidumbre global generada por los nuevos aranceles impuestos por el Presidente estadounidense Donald Trump, quien en 2025 lidera una renovada ofensiva comercial. Las medidas han afectado las cadenas de suministro y reducido la confianza empresarial en varios países de la región.

Pese al ajuste, El Salvador sigue mostrando resiliencia económica. La tasa del 2.5% aún representa una expansión positiva, sobre todo considerando que algunos países vecinos han sufrido contracciones o estancamientos. Las remesas, el consumo interno y los programas de inversión pública han sido clave para amortiguar los impactos externos.
El Salvador fue incluido en la lista de países sujetos a un arancel base del 10% para exportaciones hacia Estados Unidos. Aunque la aplicación del cobro se encuentra temporalmente suspendida, la sola amenaza ha influido en las decisiones de inversión y planificación comercial de múltiples sectores.

No obstante, expertos señalan que mientras la medida no se ejecute de forma definitiva, el país podría tener margen para fortalecer mercados alternativos y mejorar la competitividad de sus productos. El sector empresarial también ha iniciado diálogos con socios en otras regiones como Sudamérica y Europa.
Con esta nueva cifra, la CEPAL se suma al FMI y al Banco Mundial, que también han moderado sus expectativas de crecimiento para El Salvador. La tendencia regional indica que la incertidumbre comercial seguirá siendo un factor clave para las economías latinoamericanas durante el resto del año.