América Latina y el Caribe experimentaron un panorama inflacionario variado durante abril de 2025, según datos de la Fundación Ciudadana por un Consumo Responsable. Mientras algunas naciones enfrentan desafíos significativos, otras demuestran una notable capacidad de contención. Esta diversidad resalta las distintas realidades económicas de la región.

El Salvador se posicionó como un referente en estabilidad, registrando una inflación mensual de apenas 0.03%, compartiendo este logro con la República Dominicana y Nicaragua. Esta cifra lo ubica entre los países con menor incremento de precios en toda la región, un indicativo de una gestión macroeconómica efectiva y prudente.
Otros países centroamericanos también mostraron desempeños encomiables. Guatemala reportó un 0.19% y Honduras un 0.18%, ambos muy por debajo del promedio regional. Estos resultados consolidan la imagen de Centroamérica como una subregión que, en general, logra mantener un control inflacionario considerable, brindando estabilidad a sus ciudadanos.

En contraste, el Cono Sur presentó las cifras más elevadas. Argentina lideró con un 2.8%, seguida por Bolivia con 1.29% y Colombia con 0.66%. Estos porcentajes evidencian presiones inflacionarias que requieren atención y medidas específicas para mitigar su impacto en el poder adquisitivo de la población.
Panamá, Jamaica y Costa Rica destacaron por registrar deflación, es decir, una disminución en los precios, con -0.2%, -0.4% y -0.51% respectivamente. Esta situación, si bien puede parecer positiva a primera vista, también implica desafíos económicos al señalar una posible desaceleración de la demanda o sobreproducción.

El informe de la Fundación Ciudadana por un Consumo Responsable en abril de 2025 dibuja una América Latina con marcadas diferencias en su control inflacionario. La notable estabilidad de El Salvador y otros países centroamericanos contrasta con las alzas en el sur, evidenciando la complejidad y dinamismo de las economías de la región.